Tan imponente es la figura de Marcelo Gallardo en River Plate que incluso aquellos futbolistas que no tuvieron la oportunidad sostenida de demostrar en el conjunto Millonario guardan las mejores sensaciones del trabajo hecho por el Muñeco en la institución de Núñez. El director técnico marcó un antes y un después en ellos, no solamente por la forma de dirigir sino también por la manera de trabajar, los valores y las ambiciones. Y ese es el caso de Denis Rodríguez.
Con solamente 20 años de edad y un puñado de partidos en la Primera de Newell’s Old Boys de Rosario, el club que lo formó, el primo de Maxi Rodríguez recaló en 2016 a un equipo que poco tiempo antes había ganado la Copa Libertadores de América y que buscaba continuar por el camino de la victoria en medio de una suerte de recambio generalizado.
“Con Newell’s jugué en el Monumental contra un River que iba a jugar el Mundial de Clubes. Ganamos ese partido 2-0 y yo di las dos asistencias: una a Maxi y otra a Nacho Scocco. Después de ese partido, a los meses, me voy a River. Es otro mundo. River te demanda una exigencia constante porque es un club enorme”, le confió Denis Rodríguez a BOLAVIP.
“No fue para nada fácil la adaptación a ese cambio. Me acuerdo que llegué cuando ya había terminado la pretemporada y creo que iban dos fechas del torneo. Me costó adaptarme primero al ritmo de entrenamiento, al ritmo que exigía Marcelo en ese momento. Tuve la posibilidad de jugar dos partidos, pero después sufrí una expulsión medio rara. Más tarde llegó el tiempo de la pretemporada y bueno, como estamos expuestos los futbolistas, también a las lesiones, pasó eso”. Sí, una severa complicación física truncó su progreso en River.
La lesión que complicó su estadía en River
Sucedió a comienzos de 2017, durante un partido amistoso frente a Sao Paulo por la Florida Cup 2017. Se trató de una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda que lo marginó de las canchas durante todo el semestre. Un verdadero dolor de cabeza para aquel volante que había mostrado todas sus condiciones en Newell’s pero que, por un motivo u otro, todavía no podía repetirlo en River.
“Se sufren mucho ese tipo de lesiones. Yo sufrí mucho porque sabía que era un momento en el que yo estaba muy bien, que estaba haciendo una muy buena pretemporada. Me sentía muy bien, estaba considerado por el técnico y eso es lo que más me dolió en ese momento”, compartió quien, además, es hermano mellizo del futbolista Alexis Rodríguez.
“La recuperación que hice después, la verdad que 10 puntos. Yo tengo palabras de agradecimiento para el club, para el cuerpo técnico, para mis compañeros de ese momento, para los kinesiólogos, para los médicos. Yo iba a la mañana a entrenar a River, después iba a la tarde a los consultorios de ellos. Me recuperé muy bien de la rodilla y después empecé a alternar, a agarrar ritmo en Reserva”, recordó.
Rendido a los pies de Gallardo
Lo dicho: la admiración que tiene Denis Rodríguez por el entrenador que acaba de concretar su retorno a River es contundente y va de la mano con la que demuestran todos aquellos que supieron ser dirigidos por el Muñeco. Hayan tenido continuidad o no.
“Yo creo que todos decimos lo mismo. Creo que, para mí, lo primordial que tiene es la exigencia. Por ende, el cambio de Newell’s a River fue tan grande por eso. Por la exigencia de los entrenamientos. Él exigía al máximo a todos los jugadores, daba igual si eras chico o grande. Los entrenamientos eran muy intensos”, señaló el mediocampista que fue parte del plantel campeón de las Copas Argentina 2015/16 y 2016/17.
“Después estaba la exigencia más allá del entrenamiento. La exigencia física, la exigencia de querer todo el tiempo más. Recuerdo un partido contra Jorge Wilstermann, que ganamos 8-0, llegamos al otro día al entrenamiento y él estaba enojado, no estaba contento. Decía que quería más, que esto no había sido nada. Ahí te das cuenta de que es un técnico que no se conforma con nada nunca, entonces siempre te eleva la exigencia al máximo y eso hace que el plantel, desde el más chico hasta el más grande, se exija. Eso eleva la competitividad del grupo y eso es lo mejor que tiene”, amplió al respecto.
Sí, las palabras de elogio son tan fuertes que también se extienden a todo el grupo de trabajo: “Hay que hablar del cuerpo técnico también. Yo creo que, cuando hay un buen entrenador, es porque está rodeado de buena gente, de buenos profesionales. Con mi experiencia, también hablo de Pablo Dolce, con quien yo tenía una relación bárbara. Él se enfocaba tanto en los que jugaban como en los que no jugaban y en los que estaban lesionados. En ese cuerpo técnico hay una gran calidad humana”.
River, el mejor recuerdo
Pero a Denis Rodríguez no solamente le quedó una impresión estupenda de Gallardo sino también de todo River en general. Tal es así que el nacido en Rosario, provincia de Santa Fe, reconoce que sigue el día a día del Millonario, conjunto por el que ahora tiene una gran simpatía.
“Yo me llevé un aprendizaje y tengo un agradecimiento enorme con todas las personas que compartí. Gané dos títulos y River me dejó una enseñanza de seguir formándome, de seguir aprendiendo y de seguir recorriendo un camino, aunque sea con trabas, yendo siempre para adelante. Pasa muy poco de tener plantes muy buenos humanamente. No puedo decir nada de nadie. Si había algún encontronazo nadie se enteraba de nada, quedaba ahí, se moría en la cancha”, enfatizó.
“Marcelo tenía mucho que ver y también el tipo de jugador que integraba sus planteles. Yo simpatizo mucho con River, estoy eternamente agradecido porque me han tratado de maravilla en un momento difícil. Desde el técnico hasta los cocineros. Me quedó un afecto muy grande por el club, lo sigo, veo todos los partidos”, completó al respecto.
El pronóstico sobre el segundo ciclo de Gallardo
En medio de ese panorama, Denis Rodríguez se animó a realizar un análisis sobre este trabajo que tiene por delante Gallardo en torno a su segunda aventura en el club de sus amores: “Es un desafío más grande que el anterior porque, cuando uno llega, las expectativas no son tantas. No saben con qué se van a encontrar. A él le había ido bien en Nacional pero era una incertidumbre”.
“Ahora, yo creo que las expectativas están muy altas. Hay que saber llevar eso y me imagino que él va a poder. Ojalá que le vaya muy bien y pueda mejorar mucho más todo lo que hizo”, completó el volante que solamente pudo ver acción en tres partidos de carácter oficial defendiendo la camiseta de River.
Una carrera afectada por las lesiones
La técnica siempre estuvo. La capacidad también. Sin embargo, el volante no tuvo suerte con las lesiones. De hecho, en 2020, tres años después de aquella rotura ligamentaria, sufrió la ruptura del tendón de Aquiles. Y, otra vez, el hecho de volver a empezar para quien, después de un paso por Belgrano de Córdoba, había regresado a Newell’s.
“No es para nada fácil. Cuando a uno le pasan este tipo de lesiones, lo primero que piensa es en la operación, lo segundo es ir descontando días, trabajando a ver cómo va respondiendo. Lo que a mí me pasó fueron las dos lesiones más graves que le pueden pasar a un jugador. Nosotros volvíamos de la pandemia y después de dos semanas entrenando me pasó eso. Sentí como un piedrazo de atrás y me di cuenta de lo que había pasado”, recordó.
“La verdad, a uno se le cruzan muchas cosas por la cabeza. Fue duro, pero uno siempre tiene el objetivo de seguir para adelante. Es difícil para uno que desde los cuatro años está jugando a la pelota. El hecho de ver los entrenamientos y no poder estar, es duro. Por eso te digo que, muchas veces, no se pone especial énfasis en lo que es la cabeza”, profundizó.
En medio de las malas, un día soñado
Sin embargo, así como el fútbol lo castigó repetidamente, también le otorgó una chance que muy pocos pueden tener a disposición: compartir un partido de fútbol oficial, en el mismo equipo, con su hermano y con su primo. Sí, nos referimos a Alexis Rodríguez y Maxi Rodríguez. Sucedió en Newell’s y Denis no se lo olvidará jamás.
“Son cosas que uno no piensa que se van a dar. Maxi nos decía: ‘Miren que no les queda mucho tiempo porque yo ya me voy a retirar’. Después jugó hasta los 41 años. Cuando estábamos en inferiores lo veíamos lejos. Uno sueña con eso pero es difícil. Encima lo jodíamos con que se iba a retirar antes de que debutemos nosotros. No es que era muy grande pero tenía bastante recorrido”, compartió.
Y, luego, sentenció: “Son cosas muy lindas, son cosas que uno imagina pero no es algo que se da con mucha facilidad. Poder disfrutar de ese momento, jugar como si hubiésemos estado en el patio de nuestra casa porque estamos en familia. Entonces, el fútbol tiene esas cosas, tiene cosas malas y también cosas buenas”.
El camino posterior y el presente buscando otra chance
En la actualidad, Denis Rodríguez tiene solamente 28 años de edad. Sí, un Denis Rodríguez que jugó en el ascenso de Portugal y de Ecuador y que hasta fue parte de Hughes FC, el equipo de Ignacio Scocco, donde se desempeñó de manera temporal para mantenerse a punto y a la espera de una nueva oportunidad.
Ahora, en medio de una participación en la Liga Casildense de Fútbol, aquel prometedor refuerzo de River es consciente de que todavía le queda mucho camino por delante. De que todavía pueda repuntar su carrera y volver a irrumpir en el primer plano.
Y así lo sueña: “Estoy en el proceso de esperar un club. Lo primero que quiero es tener continuidad en un club porque quiero segur jugando al fútbol y no estoy pensando en otra cosa. Hice el curso de entrenador pero porque quería ocupar tiempo en mi cabeza y para seguir aprendiendo. No me quiero retirar mañana. Uno siempre piensa en jugar en Primera, pero después el fútbol te va llevando a otras cosas, a otras experiencias. Yo tengo como objetivo volver a jugar”.