Aunque se encuentra concentrado en Montevideo para disputar este jueves la revancha de cuartos de final de la Copa Libertadores, en Brasil aseguran que está llegando a su fin el ciclo como jugador de Flamengo de Gabriel Barbosa, quien fuera verdugo de River en la edición 2019 del certamen continental, marcándole dos goles en la final, para revertir en tiempo de descuento el marcador de un partido que coronó al Mengao como campeón.

El delantero de 28 años que no logró afianzarse en el fútbol europeo, donde defendió la camiseta de Inter de Milán y Benfica, finaliza su contrato en diciembre de este año y no aceptó la oferta del club para prolongar el vínculo hasta finales de 2025, incluso con un aumento del 50 por ciento de su salario, por considerar que deberían ofrecerle una mayor extensión de ese vínculo.

Si Gabigol puede permitirse presionar a Flamengo es porque sabe bien que no le faltan pretendientes en el mercado, pues ya han preguntado a su entorno por él desde Palmeiras, Cruzeiro, Gremio y Corinthians. Sin embargo, en caso de dejar el Mengao es Santos, actualmente en la Serie B, el club con más posibilidades de atraerlo para dar inició así a un tercer ciclo del delantero con el club en el que se estrenó como profesional.

Según el portal partidario Meu Peixão, el padre del futbolista, que oficia también como uno de sus agentes, ya se reunió con el presidente de Santos, Marcelo Teixeira, quien ya contaría con la estrategia económica para promover el regreso del goleador: la sociedad con una importante empresa que estaría dispuesta a hacerse cargo del salario del jugador, que pretende ronde los 2 millones de reales mensuales, a cambio de adjudicarse la posibilidad de utilizar su imagen para sus negocios comerciales.

Gabriel Barbosa fue el verdugo de River en la Copa Libertadores de 2019.

La influencia de Gabigol, que solo ha participado de tres partidos en la presente edición de la Copa Libertadores, y estará en el banco de suplentes en el duelo de esta noche ante Peñarol en Montevideo, ha disminuido considerablemente en Flamengo este año, donde solo logró aportar cuatro goles y una asistencia en un total de 26 partidos.

¿Por qué Gabigol no logró afianzarse en Europa?

Tras destacarse durante sus primeros años en Santos, al punto de ser presentado al mundo como una de las grandes joyas del fútbol brasileño ganándose incluso un lugar en la Selección que en 2016 era comandada por Dunga, Gabriel Barbosa tuvo la oportunidad de dar el salto a Europa en agosto de 2016, poco después de conquistar la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Río, fichando con Inter de Milán a cambio de 25 millones de euros.

La contratación del brasileño, que todavía no había cumplido 20 años, fue promovida por el grupo inversor chino Suning, pero el delantero rápidamente se dio cuenta de que no había sido convenida con la dirección deportiva del equipo. Reflejo de ellos fue el poco rodaje que se le dio, llegando a disputar nada más que 10 partidos, en los que apenas convirtió un gol.

“Aprendí bastante, me gustó mucho Milán, pero adentro había dos grupos, que era el grupo de los chinos y el grupo de los italianos. Los chinos compraron al Inter, los chinos me llevaron a mí, y los italianos no me querían. Obviamente no puedo cargar todo eso, porque también estuvo mi parte”, se encargó de revelar Gabigol años atrás.

Para agosto de 2017, el delantero logró salir cedido rumbo a Benfica en busca de mayor rodaje, pero tampoco lo consiguió. En los cinco meses que permaneció en el club, apenas sumó 165 minutos de juego totales y aportó un gol. “Si volvía a Brasil sabía que mínimo sería goleador. Lo sabía, lo sabía”, había asegurado el delantero, que en enero de 2018 regresó al Santos y ya no salió del fútbol brasileño.

Su tarde soñada ante River

Cerca, muy cerca estuvo River de coronarse bicampeón de Copa Libertadores tras el título conquistado ante Boca en Madrid, en 2018. En la final de la edición 2019, ante Flamengo, estuvo en ventaja casi durante todo el partido, gracias al gol que Rafael Santos Borré marcó a los 14 minutos. Pero Gabriel Barbosa, que ese mismo año había arribado al Mengao, se convirtió en héroe, y verdugo del Millonario, marcando a los 88′ el gol del empate y en el segundo minuto de adición el que permitió al equipo brasileño dar vuelta el marcador y quedarse con el título.