Boca Juniors y River Plate fueron eliminados del Mundial de Clubes y enseguida saltaron las alarmas respecto a la diferencia del fútbol brasileño con el argentino en cuanto al formato, el dinero invertido y la calidad de los equipos. ¿Pero es esa la discusión? ¿El Xeneize y el Millonario pudieron competir en el certamen internacional?
La pregunta tiene que ver con quién compitió mejor. Si vamos al caso de River, hay que decir que comenzó con una victoria frente a Urawa Red Diamonds, un equipo japonés que había ganado su último título en 2022 y que incluso en aquel entonces, especialistas indicaron que fue una sorpresa. Esa Champions League de Asia fue el único torneo ganado en el período que contempla el Mundial de Clubes, con lo cual no podemos decir que venía muy bien.
Posteriormente, contra Monterrey fue empate. River, en este partido, fue superior a lo mostrado contra el rival japonés, pero también con respecto a un conjunto mexicano que apenas le creó chances. En ese contexto, se notó que, sin la presencia del lesionado Sebastián Driussi, todo se le complicó a los de Marcelo Gallardo. Sí, River no tiene recambio ni en la mitad de la cancha ni en la posición de número 9.
Por último, frente a Inter de Milán, la cosa no fue diferente porque tuvo sus tramos positivos y negativos. Los primeros 40 minutos fueron muy buenos, con un River parándose de igual a igual a un conjunto italiano que podía lastimar con espacios. Sin embargo, en la segunda parte, todo cambió. River estaba fundido y ya no podía ni presionar ni ser intenso. Lautaro Martínez se floreó e Inter diagramó el doble de oportunidades de riesgo que el Millonario.
Paralelamente, en el caso de Boca, su debut fue ante Benfica. Y, posiblemente, sus primeros 50 minutos fueron lo mejor que se vio en el Xeneize en los últimos 10 años, teniendo en cuenta el rival y teniendo en cuenta el contexto. Salió a hacerle un 2-0 al conjunto de Nicolás Otamendi y Ángel Di María, que luego logró empatar la cuestión y ahí es dónde los de Miguel Russo perdieron el grupo.
Contra Bayern Munich, todos preveían una goleada. Los alemanes venían de ganarle 10-0 a Auckland City, pero Boca se plantó a defender con mucha solidez y con rigor táctico y físico. Y, aunque los teutones le generaron un sinfín de ocasiones, todo terminó en apenas 2-1. Incluso, hubo 18 minutos entre el gol de Miguel Merentiel y el de Michael Olise en donde el Xeneize se ilusionó con algún resultado positivo. Fueron dos maneras totalmente diferentes de enfrentar al rival europeo.
Finalmente, en el tercer encuentro, tuvo lugar una de las mayores vergüenzas de Boca en los últimos años, empatando 1-1 contra un Auckland City de profesores de educación física y cadetes de banco.
Y, en cuanto al debate sobre quién compitió mejor, River se irá con al menos una victoria e insultando al aire por no sacar un resultado más positivo frente a Monterrey. Boca, por su parte, tuvo dos competitivos partidos frente a dos Top 16 de Europa, pero con el sinsabor de ese final contra los oceánicos.
