Todavía le duele. Aún lo está digiriendo. Les cuesta. Lo admite y siente que por eso creció. La nadadora Delfina Pignatiello, alejada del deporte hace un largo período, se animó y puso en palabras todo el dolor vivido durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En una exquisita charla con Eduardo Sacheri, para su ciclo Contar la Vida, por DeporTV, Pignatiello habló a corazón abierto. “Fui creando cosas en mi personalidad, miedos… A que la gente que se rodeaba conmigo o esté por interés. Son mambos que tenía y que tengo en mi cabeza, que están ahí y que quizás no hubiesen estado si yo no hubiera estado tan expuesta. Como que situaciones que me atravesaron en mi formación”, contó. Y agregó: “En los Juegos, que está bien, todo el mundo te dice ‘quedate con los comentarios buenos, no mires a la gente que te critica, que no sabe nada…’ Bueno, sí, pero estás representando a tu país, que tanto amás… A mí lo que siempre me motivó mucho para competir era llevar la bandera y los colores de Argentina era lo que, realmente, más me motivaba. Y llegar de los Juegos, y recibir mensajes de gente, de tu propio país, de tu propio deports diciéndome ‘sos una fracasada de mierda’ porque me había ido no tan bien como yo lo esperaba”.
Estar en el candelero, para quienes comulgan con el odio en las redes sociales, pareciera que los habilita a decir lo que les plazca. Como si fuera un axioma de los tiempos que corren, cualquiera pude decir cualquier cosa del otro sin ninguna sanción. ¡Una locura!, por supuesto. Ni más ni menos que eso. Un desprecio sin sentido.
“Recibir eso de los argentinos me rompió todas las convicciones que yo podía llegar a tener de mi país. Y ahí fue como que empezó todo un proceso de entender una bocha de cosas de que, si lo bardeaban a Messi…”, precisó. Y continuó: “En un momento vi todo muy oscuro, y con el paso de los días fue algo que me hizo crecer”.
Delfina pasó de un endiosamiento inusitado por sus logros en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y los Panamericanos de Lima en 2019. Tiempos en los que Pigantiello estaba en la cresta de la ola. Todo cambió en Tokio 2020, donde no tuvo su mejor performance.
Luego de Tokio, Delfina inició un viaje con su familia. “Me pasó en esa oscuridad ir perdiéndome. Perder mi esencia y como vivir para el resto también. Cuando llegué al punto de quiebre de decir ‘Estoy allá abajo en el pozo’ me sentí muy sola, de verdad. Aparecieron las personas que estuvieron siempre, mi familia. Me dijeron vamos a Bariloche y tuve una conexión con la naturaleza y con una parte de mi país porque era algo que tenía en duda como mi país y verlo desde otro lado me hizo verlo como ‘Vení Argentina, abrazame”.
El comunicado de Delfina Pignatiello con el que anunció su retiro de la natación:
“En mi corazón quedará para siempre el orgullo, la alegría y el honor de haber representado nuestra celeste y blanca estos años con tanta pasión. Ahora quisiera contarles que hace unos meses tomé la decisión de hacer un paso al costado del alto rendimiento y la competencia. El deporte forma parte de mi vida desde otro lado, sigo nadando y estar en el agua seguirá siendo siempre mi lugar en el mundo. Me compré una cámara de fotos y emprendí un camino artístico el cual estoy explorando con mucha curiosidad. Gracias a quienes me acompañaron hasta aquí y quienes elijan seguir haciéndolo. Siempre los alente y hoy agrego: Anímense también a patear tableros y arrancar un nuevo juego. Ojalá se conviertan en el niño que siempre quisieron ser”.