Empezó jugando a los 10 años, por herencia familiar, y dice que nunca pensó en hacer otro deporte. Siempre tuvo la ilusión de competir en la disciplina en la que se destaca y después de varios títulos a nivel local le llegó la chance nada menos que en Argelia. A los 16 años, sus amigos y compañeros de colegio pudieron recibirlo como lo que es: un campeón del mundo. Carmelo Retamar los hizo ilusionar: ganó el título en la modalidad Tiro con precisión, en categoría sub 18, en el Mundial juvenil de Bocha.
Nacido en Paraná, provincia de Entre Ríos, Carmelo viajó junto con otros cuatro compañeros a disputar el campeonato mundial de Bocha U18 y U23 en Orán. “Fue una experiencia nueva porque ni siquiera había viajado en avión, pero se aprenden muchas cosas sobre el juego y sobre la vida también porque conocí otros lugares y fue una experiencia muy linda, hermosa”, dijo el juvenil a ElOnce.
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Más medallas
No fue la única medalla que obtuvo el equipo nacional ni tampoco Carmelo, que se trajo varios bronces: junto con Pablo Kalbermatten logró la tercera ubicación en duplas de precisión. En tiro rápido en parejas y con el mismo compañero también se llevaron medallas. También hicieron podio Renzo Farías y Daniel Bogado en tiro rápido doble pero categoría sub 23. También estuvo compitiendo Facundo Capdevila. Viajaron bajo la coordinación de Germán Kalbermatten.
“La ilusión siempre estaba, uno como deportista siempre aspira a llegar a la selección argentina, de vestir esta camiseta. Siempre traté de esforzarme, ir superándome de a poco y tarde o temprano iba a llegar la chance”, relató en DEPORTV. ¿Si es un deporte para personas mayores? “Es una idea errónea que se tiene del deporte porque hace diez años que es muy diferente, porque se juega por categorías, por edades, por divisiones, ha crecido mucho y sigue mejorando”.
“Las bochas son un deporte del que, si bien no se tiene mucho conocimiento y dentro del país no se juega mucho, saliendo del país sí se juega mucho y es deporte como cualquiera”, contó. De hecho, explicó que en Europa se juega de manera diferente ya que se utilizan otro tipo de canchas, con diferentes superficies y no se usan bochas de plástico como ocurre en Argentina y el resto de Latinoamérica.
Herencia de familia
Carmelo contó que comenzó a jugar a las bochas de la mano de su padre y que hasta su bisabuelo lo practicaba, siendo seis veces campeón argentinos. Para él fue muy natural enamorarse del deporte y pese a que sus compañeros no comparten su pasión, siempre lo apoyan y le dieron un recibimiento de lujo en la escuela, en la que todavía le queda un año más de cursada para luego, quizá, comenzar con sus estudios de odontología.
¿Cómo se entrena?
Carmelo contó que para prepararse para cada estilo de juego se entrena como cualquier deportista de elite. Para la competencia de tiro rápido, la que prefiere, particularmente: “La disciplina consiste en tirar 50 bochazos en 5 minutos, en promedio, son 10 bochazos por minuto. Se requiere mucho cardio, es muy difícil”. Se entrena todos los días, en el club practicando y también en el gimnasio, para llegar a su mejor forma física y competir a la altura de los cracks del mundo, que son de Croacia, Francia, Italia y Eslovenia.
,Foto: ElOnce, Paraná.
De hecho, para acceder a la final, Retamar venció al representante de Croacia por 7 a 1. En semifinales había vencido al deportista de Túnez por 12 a 2. Y en la previa había dejado en el camino a su par de Eslovenia. Y se volvió a ilusionar.