La vida del futbolista profesional puede ser muy cambiante:un día se puede estar en la cima y al otro ser una sombra del pasado. Sin embargo, hay algunos que aman tanto al fútbol que toman decisionesa priori muy alocadas, pero que con el tiempo terminan siendo muy acertadas porque el fútbol sabe retribuir a quienes lo merecen.
Esta es la historia de Nicolás Leandro Vélez, delantero argentino que siempre quiso “vivir del fútbol. No importa donde, ni cuando” y que con mucho sacrificio y esfuerzo lo pudo lograr. Y cuando se dicesacrificio, creanque es así, ya que este joven que actualmente tiene31 años debió dejar en Argentina a su pareja y a su bebe recién nacido cuando el destino lo llamó.
Habiendo disputado todas las inferiores en River Plate, donde compartió plantel o momentos con jugadores como Musacchio, Roberto Pereyra o Leandro Chichizola, Nico llegó a Huracán con mucho pesar por lafalta de oportunidades que tenía en el Millo: “Era mi casa, me formó como jugador y persona”, cuenta en una charla exclusiva con Bolavip Argentina sobre sus inicios.
Un paso duropero que iba a dar sus frutos, ya que Miguel Brindisi lo haría debutar un tiempo después en Primera y formaría parte del plantel durante casi dos años. Hasta que en 2012 el fútbol llamaría a su puerta: “Paso todo muy rápido. A veces las oportunidades no ocurren como uno espera”, relató recordando un duro momento ya que esa oferta para dar el salto lo alejaría de su familia.
Sin embargo, y pese a la distancia, Vélez se afianzó en la tercera de España, un fútbol”de muy alto nivel” y con rivales muy conocidos como Cadiz o Real Oviedojugandoen el Atlético Sanluqueño. Un equipo que sería el primero de muchos destinos increíbles ya que solo unos meses después de pisar Europa, Nicolás se iría a la sorprendente Singapur.
Pese a que no vivió mucho en suelo español, en la charla que tuvo con Bolavip Argentina, Vélez comenta algunas situaciones muy agradables sobre el lugar donde vivía: “Me quede con muchas amistades. Como estaba solo me invitaban a cenar y me unían a sus familias”, recuerda con una sonrisa que le rememora aquellos clásicos entre Sevilla y Betis en donde se sentaba solo en medio de una familia dividida.
Una experiencia corta pero atractiva que daría paso a un país “espectacular”. Y aunque en un comienzo “no sabía ni donde iba”, el haber estado en Singapur le hizo aprender el“idioma del inglés a la fuerza”. Además, logró conocerotras culturas ya que tanto en Singapur como en Malasiaconvivió con religiones: “Tenía compañeros concentrando que se levantaban a las 4 de la mañana a reza o una mezquita con los parlantes a esa hora. Todos los días”
Situaciones que lo fueron moldeando y adaptando a un país en donde si bien “al fútbol se lo toman como un trabajo ya que no es tan pasional y que, por ejemplo no sufren las derrotas porque pierden y enseguida están bien”, él argentino terminó agarrandole gustito y hasta disputó algunos amistosos con la Selección de Singapur.
Un hecho muy curioso ya que Vélez no era ciudadano: “Jugué algunos partidos pero debía quedarme tres años más para nacionalizarme y justo salió lo de India”, comentó explicando el porque no se dio. Sin embargo, ese tiempo en Singapur le dio la oportunidad de codearse con leyendas increíbles.
¿A qué se debe esto? Estando en este país, pudo enfrentar a muchos equipos importantes como Arsenal y Juventus: “Es algo de no creer, jugar contra Pirlo, Pogba o Buffon. Además todos con una humildad increíble” cuenta mientras confiesa que tiene una valorada y seductora colección de camisetas.
Detalle importante de esta historia ya que nada de esto hubiese ocurrido si no se animaba al salto cuando aún era jugador de Huracán. Una decisión que le permitió juntarse con Roberto Pereyra, ex compañero en River, y que este lo invite al hotel de la Selección Argentina en la Copa América 2019. Una absoluta locura.
Cosas hermosas que no quedan ahí, ya que Nico Vélez sigue con su relato exclusivo para Bolavip Argentina y nos habla de su llegada al NorthEast United de India. Equipo donde lo dirigió Cesar Farias y en donde se haría íntimo del portugúes Simao Sabrosa: “Recién nacía la Superliga India y me parecía un ambiente increíble”.
Un paso por un equipo muy importante al que le costó llegar porque vale la pena destacar que fue campeón con el Warriors de Singapur, donde era figura. Sin embargo, el pase se terminó dando y esto lo habilitó a no solo compartir plantel con figuras como Simao o Sokora, sino que se enfrentó a Del Piero, Anelka, Forlan, Mutu o entrenadores como Roberto Carlos, Zico o Zambrotta.
Obviamente, y como se deberán imaginar, este paso por India alimentó ese rico museo que Nico tiene en su casa con unas camisetas que despiertan la envidia de todo futbolero de bien. Sin embargo, no todo era tan sencillo en la India: “La vida en la calle es triste, no hay clase media. O sos rico o sos muy pobre”, comenta con un dejo de resignación por las cosas que le tocó vivir.
Además, la cultura de India no suele ser muy respetuosa: “Las 24 horas son un caos. No hay reglas de nada. No podía salir a la calle porque la gente se te tiraba encima”, relata para Bolavip recordando una vez que visitó una ciudad “no tan futbolera” en la cual debió ser escoltado para salir luego de ser rodeado por 200 fanáticos.
Por supuesto, ser argentino lleva un poco a esta locura: “Gracias a Messi y Maradona nos quieren mucho. Es un plus nacer en Argentina acá”, explica comentando que al tener al fútbol como único salvataje “se aferran a sus ídolos y hasta terminan siendo hinchas de la Selección”.
Sin dudas vivióuna experiencia muy impresionante en NorthEast United.Sin embargo, estolo llevó a un nuevo club espectacular: el Hajduk Split de Croacia. Este popular conjunto disputa el Derbi ante Dinamo de Zagreb y es uno de los momentos más calientes de la temporada: “Hay un nivel de violencia tremendo. Jamás vas a ver una camiseta rival en la ciudad de uno de los equipos”.
Incluso, este paso de algunos meses por Croacia, hizo que Nicolás quede en la historia del Hajduk: “El club estaba en un momento muy malo y me tocó jugar el clásico. Ganamos después de once años. La gente festejó toda la noche”, comentó para Bolavip Argentina quien aún hoy debe ser un ídolo para el club junto a sus diez compañeros.
Sorprendido por el ambiente, los cánticos y las bengalas, a cinco años de su paso por Croacia Vélez se lamenta su vuelta a India: “Hoy en día me quedaría a pelearla. Me fuí porque la gente que me llevó no estuvo más y decidí volver al NorthEast United“, relató sobre un club que le permitió jugar Champions League.
Igualmente, su salida del Hajduk le permitió seguir con su aventura futbolera y tras algunos partidos en India, el argentino recaló en Tailandia para jugar en el Suphanburi F. C. y luego se fue a Malasia para defender los colores del Negeri Sembilan. Dos países en los que se pudo adaptar perfectamente ya que hay muchas cosas de la cultura occidental, por ejemplo la comida.
Incluso, Nicolás relata en esta charla que en Malasia había un fanatico del fútbol argentino que lo hacia sentir en casa: “Iba a todos los partidos con la bandera. Incluso me mandaba mensajes en español, se notaba que era sin traductor. Cantaba canciones y todo”, comentó sobre este particular hecho.
Vale destacar que tuvo dos experiencias en Malasia ya que también jugó para el Felda United sin antes volver al fútbol europeo donde despuntó el vicio en el reconocido Belenenses de la Primera División: “Me volví a sentir un profesional a pleno. Me gustaría haber viajado con algunos años menos pero fue muy lindo jugar contra el Porto, Benfica o Sporting Lisboa”.
Actualmente, Nicolás Vélez nos dio esta nota desde Tailandia donde se pone todos los fines de semana la camiseta del Sukhothai FC: “Principalmente acepte por lo económico pero sacando las potencias es la liga más fuerte”, suelta sin dejar de aclarar que “no es fácil” jugar en ese país debido a su gran crecimiento.
Un país en donde se juega “bajo un clima muy festivo con cánticos e himnos” y que resulta ser muy distinto al país que visitó antes de volver a Tailandia post Portugal, Indonesia: “Jugue solamente seis meses allá y cuando estuve no había público, pero cuando perdíamos recibía varios mensajes con insultos”, un lugar bastante picante por cierto.
Nicolás Vélez tuvo una carrera estupenda, llena de conocimientos y experiencias increíbles que pudieron no existir si en aquel 2012 que lo fueron a buscar desde España a Parque Patricios él y su pareja no hubiesen dado el salto. Un pasito hacia los deseos y los sueños.