Cuando se dice que Marcelo Gallardo fue para River mucho más que un entrenador durante el prolongado y glorioso ciclo que se extendió desde 2014 a 2022 tiene que ver con que su injerencia iba mucho más allá de conformar y liderar el plantel superior y disponer de tácticas y estrategias.
Tanto peso llegó a tener la palabra de Napoleón que influyó incluso en decisiones dirigenciales de toda índole, con un gran poder de convencimiento tanto dentro del grupo de futbolistas como hacia afuera del vestuario. Por si hicieran falta más pruebas para corroborarlo, la palabra de Bruno Zuculini, quien continúa recuperándose de una lesión en su rodilla, lo deja clarísimo.
En 2021, durante una pretemporada de River en Estados Unidos, el mediocampista recibió una propuesta para volver al fútbol italiano que lo sedujo, al punto que quiso compartirlo con Gallardo para que este no se enterara por otra vía.
“Pretemporada en Orlando. Me había llamado Fabio Pecchia, el entrenador que me había llevado al Hellas Verona unos años antes. Estaba como DT en Cremonese, con la intención de ascender. ‘Tengo una chance concreta de ir a Cremonese, me gustaría hablarlo con vos, Marcelo’, le dije una tarde, al terminar una práctica. ‘Dale, después hablamos’, me respondió”, empezó relatando en diálogo con Diego Borinsky, para La Nación.
Y agregó: “Así me tuvo 4 o 5 días. Ni pelota me daba. Le comentaba que quería hablar y él me decía ‘después’. Yo quería liberarme, necesitaba una respuesta. Y nada. Hasta que en una práctica me recalenté y cagué a patadas a todos. Marcelo me vio enojado y me vino a hablar. ‘¿A dónde te querés ir, Bruno?’, me preguntó. ‘Al Cremonese’, le respondí. ‘¡¿A dónde?!’, me dijo en tono más alto. ‘A Cremonese’, volví a responder, pensando que no me había entendido. ‘¡¡¡¿Adónde?!! ¡¿Cre-mo-ne-se?! Si estás en River, ¿cómo vas a ir al Cre-mo-ne-se? ¡Vos te quedas acá conmigo!’, me largó. ‘Listo, Marcelo, me quedo acá'”.
Según contó Zuculini, la reacción de Gallardo no hizo que se quedara en River en contra de su voluntad, sino que fueron las palabras que necesitaba para terminar de entender que estaba en el lugar ideal para su carrera. “Lo que yo quería era un mimo. Todos necesitamos un mimo en la vida. Necesitaba que me dijera lo que me dijo, saber que seguía confiando en mí. Yo no estaba convencido de irme a la Serie B, así que escuché lo que necesitaba escuchar, me di media vuelta y listo”, recordó.