Los últimos seis meses han sido de los más duros que me han tocado vivir como ser humano”, confesó Federico Gómez en marzo, cuando se abrió en sus redes sociales y contó que atravesaba un calvario por fuera de las canchas de tenis. En ese mismo mensaje habló de pensamientos oscuros. Pero casi medio año más tarde, como un guiño del destino o quizá como resultado de su propia valentía, el bonaerense disfruta de la recompensa: jugará por primera vez el cuadro principal del US Open.

El argentino de 28 años logró su clasificación este viernes tras una verdadera batalla frente al francés Hugo Grenier. En casi tres horas de juego, Gómez levantó un 0-4 en el segundo set, se encendió en medio de un clima caliente y terminó festejando por 6-7, 7-6 y 6-2 que lo depositó en el último Grand Slam de la temporada. Fue el único albiceleste en superar la qualy y se unirá a la lista de Francisco Cerúndolo, Tomás Etcheverry, Sebastián Báez, Mariano Navone, Francisco Comesaña y Camilo Ugo Carabelli.

El partido, además de vibrante, tuvo pasajes tensos. Hubo cruces, reproches y gestos que encendieron a ambos jugadores. Gómez contó después que allegados al francés le gritaron desde la tribuna y eso lo motivó: “Me prendí por un par de cosas que me dijeron de afuera, que la verdad no son lindas de decir”, explicó el actual 206 del ranking ATP.

La tensión subió en el tie-break del segundo set, cuando las discusiones llegaron incluso a la red. “Eres deshonesto”, lanzó Grenier ante un efusivo gesto de Gómez tras adueñarse de la segunda manga. Inmediatamente, ambos se pusieron a discutir cara a cara. Pero el argentino terminó respondiendo con la raqueta: firmó cuatro quiebres en el tercero y selló el pase. Y de yapa, analizó la victoria con una chicana. “Primero me enfoqué en ganar, y segundo: Francia”, bromeó, en alusión al Mundial de Qatar.

Los guiños del tenis en medio del “calvario”

Lo cierto es que, detrás de la sonrisa, Gómez carga una historia particular. Nacido en Morón en 1996, emigró a los 18 años a Estados Unidos para estudiar Administración de Empresas mientras jugaba al tenis universitario. Se recibió en 2019, pero se abocó a pleno a la raqueta. Primero dio clases en las academias de Guillermo Cañas y Franco Davín en Miami. Hasta que decidió dejar la docencia deportiva para regresar a las competencias.

Con 1,91 metros de altura, el Gordo -así lo llaman-, eligió volver al circuito. Tras quedarse con cuatro challengers, en 2024 marchaba 133 en el ranking ATP. Todo parecía color de rosas, aunque ocurría todo lo contrario. “Fue sin dudas el mejor año de mi carrera tenística, pero a su vez, el peor año en cuanto a lo personal. Convivir con pensamientos de dejar el tenis por completo, de realmente cuestionarme si todo esto realmente vale la pena y hasta incluso en reiteradas ocasiones pensamientos suicidas de no querer vivir más y dejar este mundo“, escribió Gómez en su cuenta de Instagram.

A sus 28 años, Fede Gómez jugará el segundo Grand Slam de su carrera (Getty Images).

Pero dentro de aquella cruda sinceridad, encontró un augurio revelador. “Siento haber tocado fondo, pero a su vez quiero agarrarme de esta situación para agarrar impulso y empujarme hacia arriba”, expresó. Y así fue. Dos meses después, hizo su primera gran aparición en el tenis, en Roland Garros, donde llegó a la segunda ronda antes de despedirse ante Cameron Norrie.

Ahora, en Nueva York, tendrá la chance de repetir o incluso mejorar aquella actuación. La primera parada será nada menos que Jack Draper (5°). “Creo que es la mejor decisión que puedo tomar en este momento, para sacarme este gran peso que siento encima y me come la cabeza 24/7… lo escribo para que entiendan que todos tenemos luchas internas”, escribió Gómez en aquella publicación de marzo. Seis meses más tarde, la raqueta intenta devolverle un poco de paz.