El 2022 de Carlos Zambrano fue un fiel reflejo de toda su etapa en Boca: repleto de altibajos. El central mostróun gran nivel en algunos partidos clave y dio una imagen completamente diferente en otros. Su última presentación ante Lanús lo dice todo: jugó un partidazo, pero pegópatada infantil sin pelota y llegó a la quinta amarilla justo cuando no debía (con Rojo suspendido y Figal lesionado casi no quedan zagueros).
Juan Román Riquelme lo elogió siempre que pudo y destacó su profesionalidad. Sin embargo, esa virtudquedó marcadapara mal tras aquella pelea con Darío Benedetto en el entretiempo con Racing. La continuidad del peruano, que en algún momento hasta tuvo que salir a desmentir algunos dichos -suyos- sobre un posible retiro, es incierto. Puertas adentro tienen todo más claro.
Más allá de todo, el Consejo de Fútbol quiere seguir contando con el peruano de cara al 2023. Es por eso que se le hizo una oferta para que continúe después de diciembre de este año, fecha en la que termina su vínculo actual. La última palabra la tendrá el jugador.
Queda claro que, pese a algunas cuestiones reprochables, la experiencia del Káiser pesó a la hora de definir si debe seguir en Boca o no. La línea de fondo tuvo varios dueños durante todo el 2022 y es por eso que en el club quieren asegurar algunos apellidos para lo que viene.