Alberto Márcico fue uno de los grandes ídolos de Boca en la década de los ’90. Jugó 154 partidos oficiales y ganó tres títulos: el Torneo Apertura 1992, la Copa Máster 1992 y la Copa de Oro Sudamericana 1993. En la actualidad, tras una exitosa carrera deportiva, el exmediocampista enfrenta una complicada situación: irá a juicio oral, acusado por un excompañero suyo.
Tras la investigación del fiscal Andrés Madrea, la jueza Alejandra Ailliaud determinó que el “Beto” y su hijo Lucas José sean elevados a la instancia de juicio por “defraudación inmobiliaria”: fueron denunciados por vender departamentos que ya tenían dueños. Y hay otro exjugador del Xeneize entre los denunciantes.
En marzo, Márcico y su hijo habían sido procesados por “defraudación por desbaratamiento de derechos acordados y por estelionato”. Si bien el delito tiene penas de hasta seis años de cárcel, ambos estaban en libertad provisional por embargos de 1.800.000 dólares y 2.000.000 de pesos.
¿Quién los acusa? Marta Zulema Rondinella por la venta de 16 departamentos y seis cocheras y Martín Herrera, por cinco departamentos y un local comercial. Herrera, exarquero profesional, compartió plantel con Márcico en Boca entre 1992 y 1994. Y lo acusa de nunca entregarle las propiedades que le compró en 2012.
Según informó TyC Sports, Márcico argumentó que “en realidad, los reclamantes no tenían intenciones de poseer las propiedades sino que firmaron boletos de compraventa como una suerte de garantía del préstamo que le habían otorgado para financiar las obras” de los tres edificios que se estaban construyendo.
Alberto Márcico, en una de sus últimas visitas a La Bombonera.