El pasado jueves ante Godoy Cruz en Mendoza, Boca sufrió la peor derrota en el corto ciclo de Jorge Almirón como DT y una de las más duras desde que Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme regresaron políticamente al club. Fue un contundente 4 a 0 para el Tomba que, al margen de la abultada diferencia en el resultado, también se vio plasmado en el juego y en lo actitudinal.
Un Boca sin ideas y sin claridad visitó el Malvinas Argentinas con más de 10 días de entrenamientos sin partidos en el medio por fecha FIFA y allí, lejos de verse alguna mejoría respecto a lo que proyecta Almirón con su equipo, se vio todo lo contrario y el Xeneize vivió una jornada para el olvido.
Así como culminó la derrota, toda la delegación regresó a Buenos Aires para ya dar vuelta la página y pensar en lo que será el próximo duelo que tiene Boca en agenda, el cual será ante Monagas en La Bombonera el próximo jueves por la última fecha de la Copa Libertadores.
Apenas llegaron a Ezeiza, a altas horas de la madrugada, el plantel completo y el CT se acercaron al Boca Predio en donde se encontraba Riquelme, quien los citó a una reunión de urgencia para dialogar sobre lo acontecido en Mendoza. Según informó el periodista Tato Aguilera, fue a las 4 AM el horario en el que arribaron al centro de entrenamiento y, así como llegaron, se dio la charla con Román.
Sobre este asunto, el jornalista añadió: “Primero se reunió con los jugadores y después con el cuerpo técnico. El vicepresidente de Boca quedó muy preocupado con el rendimiento del equipo anoche en Mendoza“. Cabe destacar que en 2022, cuando el contexto en cuanto al juego y los resultados también era negativo en el Xeneize, Riquelme también intervino y habló con el CT de aquel momento y los jugadores. Desde ese tiempo hasta el final de la temporada, Boca levantó considerablemente el nivel. ¿Sucederá lo mismo esta vez?