A sus 39 años, Paolo Guerrero continúa en plena vigencia. Si bien los años pasan para todos, el delantero peruano está llevando a cabo sus primeros pasos por el fútbol argentino, donde defiende la camiseta de Racing y, en más de un partido, demostró que la jerarquía, la experiencia y la calidad no la perdió. Como así tampoco la cuota goleadora.
Desde que comenzó a jugar en la Academia, el Depreador disputó 10 partidos y marcó 3 goles. Además, aportó una asistencia. Pero además de ser importante para el equipo de Fernando Gago, busca dejarle un legado a sus compañeros. Incluso, a otros futbolistas.
Restan tres días para que la ciudad de Avellaneda quede paralizada por el clásico barrial entre Racing e Independiente, donde Guerrero será titular. Y si bien el encuentro se acapara todos los flashes y las miradas, en las últimas horas el atacante peruano sorprendió a propios y extraños cuando fue consultado por su futuro, dado a que por su edad está más cerca de colgar los botines que de seguir festejando goles y títulos.
A través de una entrevista con el sitio oficial de la CONMEBOL Libertadores, dio a entender que su continuidad no está en duda, ya que se encuentra en plenitud física, contento por el presente que atraviesa en la Academia, y con ganas de poder alzar un título en el equipo que le abrió las puertas del fútbol argentino.
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“El fútbol es mi vida, mi pasión. Si yo dejo de jugar, no puedo vivir. Como fútbol, duermo fútbol, pienso fútbol. A veces, mi familia me ve viajando y piensa que estoy preocupado, pero no, estoy pensando en fútbol. Qué es lo que hice en el entrenamiento, qué hice en el partido, o qué debía hacer. Qué me faltó, cómo puedo mejorar. Por qué no le pegué así, o por qué definí mal, o por qué hice el gol. Y muchas cosas más. Mi cabeza es una máquina, pero de pensar fútbol”, enfatizó el atacante peruano con pasado en Corinthians, Flamengo e Internacional SC.
Además de confesar que se siente muy bien, explicó que “todavía me divierto adentro de una cancha. Yo creo que para el fútbol no hay edad, es como que tú te juegues una pichanga (NdR: así se le dice a los ‘picaditos’ en Perú) con tu hijo. Te va a querer ganar, tú no vas a dejar”, enfatizó. Y para seguir alimentando el espíritu deportivo, Guerrero añadió: “Por lo menos yo soy competitivo, no voy a dejar que mi hijo me gane. Imagínate… después se va a burlar de mí”. El hincha de Racing, y el fanático de la Selección de Perú ya saben que el Depredador seguirá hasta que el hilo del carretel se acabe.