Anoche, Platense y Racing Club se midieron por una nueva fecha de la Liga Profesional de Fútbol. Los dirigidos de Fernando Gago precisaban de un triunfo para seguir prendido a los primeros puestos de la tabla de posiciones.

Con gol de Maximiliano Romero, el conjunto de Avellaneda terminó llevándose el duelo por la mínima. Sin embargo, el partido terminó siendo noticia por los gestos que Gabriel Arias realizó a la parcialidad local una vez finalizado el mismo. 

El arquero adjudicó su reacción a una enorme cantidad de gritos que cayeron desde la tribuna del Estadio Ciudad de Vicente López. Horas más tarde, y aún sin conocerse la sanción que recibirá, emitió un comunicado pidiendo disculpas en sus redes sociales.

"Lo dije en cuanto terminó el partido y lo vuelvo a repetir: me equivoqué. No tendría que haber reaccionado como reaccioné porque nunca la violencia es la solución frente a la violencia. Les pido perdón a Platense, a mis compañeros, a mis rivales y a todo Racing. Ser una persona pública implica la obligación de mantener una línea de conducta que no logré sostener esta vez. Cualquiera puede fallar y hoy me tocó a mí", abrió.

Por último, concluyó: "Tenemos que entender que esto no tiene nada que ver ni con el folclore ni con la pasión. Somos personas que merecemos ser respetadas en cualquier cancha donde nos toque ejercer nuestra profesión".