Sebastián Méndez compartió con Diego Armando Maradona su último trabajo como entrenador, como parte integrante del cuerpo técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata en la temporada 2019/2020. En ese lapso, el vínculo entre ambos se volvió muy estrecho, de confianza. Sin embargo, el ex técnico de Godoy Cruz, Unión y Vélez reconoció que hubo una barrera que nunca se atrevió a cruzar y que se terminó por convertir en una cuenta pendiente.
“Mi papá tiene una foto en su casa, en la que yo estoy jugando contra Diego. Y siempre me dio vergüenza llevársela para que me la firmara. Yo trabajaba con él. Me dio cosa decirle ‘Che, Diego, ¿me la firmás?’. Igual a él le encantaban los autógrafos. Cuando no venían los chicos por dos o tres días te decía, ‘¿qué pasa acá?’“, recordó en una entrevista concedida a Infobae.
Más allá de no haber cumplido nunca con el deseo de tener la foto firmada, Méndez reconoció que se quedó con un recuerdo de su vínculo con el que para muchos sigue siendo el mejor futbolista de todos los tiempos. “Una cadenita. Veníamos perdiendo y un día, de la nada, Diego nos regaló una cadenita. Nos dijo que iba a traer suerte. Ahí la guardé para no perderla y que nadie sin querer se la llevara, ja. También me quedé con fotos y un montón de historias”, dijo.
El Gallego compartió una de esas historias, reconvertida en anécdota, como retrato de la personalidad de Maradona: “Un día, él estaba hablando de tiros libres con Adrián González, el otro ayudante. Yo me arrimé y al instante me dijo que me fuera porque de patear no sabía nada. ‘Vos le pegás muy mal a la pelota, Gallego, me tiró‘. Y tenía razón. Pero le gustaban los centrales duros como yo. Porque a él lo cagaban a patadas. Si hay un jugador al que le pegaron fue a Maradona”, contó.
Sebastián Méndez forjó un gran vínculo con Maradona.
Y para terminar de definirlo como futbolista de una clase diferente, incomparable, agregó: “Estaba todo roto. Le gustaba jugar fuerte. Y de cagón no tenía nada. No digo de pelear, que también lo tenía, si no de encararte siempre. La volvía a pedir y la volvía a pedir. Era un distinto en todo. Tengo mensajes y de vez en cuando los escucho. No siempre porque me pongo triste. Lo extraño… Fue genial. Es genial, en presente. Va a estar siempre en nosotros, en nuestra generación. Y ojalá que en la que viene”.
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Dos entrenadores que lo marcaron
Más allá de la experiencia incomparable de haber compartido un cuerpo técnico con Diego Maradona, Sebastián Méndez recordó a dos entrenadores, desconocidos para muchos, que lo marcaron como jugador y como persona.
“Uno se llama Gabriel Leanza, que fue mi entrenador desde los 5 años hasta los 13 en el baby fútbol. En San Martín de Mataderos y en Brandsen de La Matanza. Pichi es su sobrenombre. Nunca lo digo en ninguna entrevista y es injusto. Encima es hincha de Vélez. Sin él no hubiese jugado. Un tipo íntegro, que gana dos mangos y se desvive“, contó.
Y añadió: “Otro fue Toto Calvanese. Me terminé de formar con él. Lo tuve en Novena, Octava. Una institución en Vélez. Un tano cabrón que me echó un montón de veces de las prácticas. ja. Me fue moldeando. Yo era bastante bravo, no por malo pero siempre estaba en algún quilombo. El me trató bien, me cuidó. Los quiero y no son los más conocidos, pero fueron los que hicieron que yo llegara a jugar”.