En el Estadio Monumental de Alta Córdoba, cancha de Instituto de Córdoba, Deportivo Riestra y Deportivo Maipú se enfrentaban en un partido único en la final del reducido de la Primera Nacional, para conocer quién sería el segundo equipo en ascender a la Primera División, junto a Independiente Rivadavia.
Previo al inicio del encuentro, hubo una situación particular que no pasó desapercibida, cuando los dos equipos salían al campo de juego para saludar a los hinchas que viajaron a alentarlos y luego comenzar con el saludo protocolar a los rivales y al cuerpo arbitral.
Es que, en el momento en el que el plantel de Deportivo Riestra salió en su totalidad al campo de juego, lo hicieron de una manera poco habitual, ya que primero salió el capitán del equipo, Milton Celiz, quien iba caminando de espaldas alentando a sus compañeros que lo seguían.
Allí, mientras Celiz daba una arenga a los gritos, algunos jugadores de Riestra iban tomando Speed, la marca que los sponsorea, y luego de esto, se pararon en el círculo de la mitad de cancha para darse vuelta, saludando a los hinchas que copaban una de las tribunas populares.
Esta no es la primera vez que Riestra sale así al campo de juego previo a un partido, ya que este accionar lo repitieron a lo largo del Reducido, torneo en el que eliminaron a San Martín de Tucumán, Quilmes y Almirante Brown para llegar al partido definitorio ante el equipo mendocino.
Deportivo Maipú también llegó tomando energizante
Cuando llegó al campo de juego, el equipo mendocino también llegó con una bebida energizante. En este caso, fue con los de la marca Red Bull, y llevaban las latas empaquetadas al vestuario, para luego consumirlas durante el partido para recuperar energías.
El camino de Deportivo Riestra para llegar a la final
El equipo porteño llegó a la final luego de vencer 1 a 0 a San Martín de Tucumán de visitante, de ganarle 2 a 1 en el global a Quilmes y de golear 4 a 0 en el resultado final a Almirante Brown, equipo que perdió la final por el primer ascenso ante Independiente Rivadavia.
