El fútbol brasileño atraviesa un oscuro capítulo con las condenas de dos de los más grandes referentes de este milenio. Robinho y Dani Alves deberán pasar tiempo en prisión por haber cometido delitos sexuales en Europa y hasta la CBF repudió sus acciones.
El organismo emitió un fuerte comunicado para repudiar los hechos de quiénes alguna vez fueron estrellas de la Canarinha: “Es vergonzoso que un deportista se sienta cómodo cometiendo este tipo de perversidades, creyendo que lo que logró a través del deporte lo protegerá de alguna manera de cualquier castigo. La camiseta amarilla que visten los deportistas brasileños en la cancha es más que un simple uniforme“.
Ahora, Felipe Melo, uno de los brasileños en actividad con más experiencia de la actualidad, no se guardó nada al referirse a sus excompañeros. “Nadie está obligado a hablar del tema. ‘Ah, pero ¿por qué fulano de tal no habla?’… No habla porque no es necesario, pero no veo ningún problema en hacerlo yo ahora“, abrió en declaraciones a O Globo.
Y disparó: “Tengo una hija de 15 años. Si lo hubieran hecho con mi hija, no creo que estuviera aquí para daros esta entrevista. Creo que hay que respetar a los seres humanos, hay que respetar a las mujeres, hay que respetar a los hombres“.
Felipe Melo, Dani Alves y Robinho compartiendo equipo en 2010. (Foto: Imago)
“Llega como una bomba, pero tienen que pagar por lo que hicieron. Si son condenados, deberán pagar por ello. Y que sirva de lección para que otros no lo hagan. Esto es muy serio. Tienes que pagar, y después de pagar la multa y marcharte, tienes que ser resocializado“, completó el de Fluminense.
Los casos de Robinho y Dani Alves
Al atacante lo condenaron en Italia por haber participado en 2017 en una violación en manada ocurrida en Milán. A pesar de que se marchó a Brasil, la Justicia determinó que tendrá que cumplir allí la pena de 9 años tras las rejas.
El del lateral derecho es más reciente y mediático. En Barcelona, violó a una joven a una discoteca y deberá afrontar cuatro años y medio en prisión. Sin embargo, la sentencia aún no es firme, por lo que pudo salir en libertad condicional tras haber pagado una fianza de un millón de euros.