Martín Aguirre es uno de los grandes testigos de la transformación que vivió River en los últimos años. El Gula formó parte del plantel que ascendió a Primera División en 2012 comandado por Matías Almeyda yfue protagonista de la recuperación de un gigante mundial como lo es el Millonario, primero ganando el Torneo de 2014 de la mano de Ramón Díaz para un desahogo monumental y después bajo el mando de Marcelo Gallardo conquistando el continente.

En diálogo exclusivo con BOLAVIP, el mediocampista repasó su historia con la banda roja al pecho y confesó guardar los mejores recuerdos pese a su retirada del fútbol profesional a muy temprana edad.

“Tengo un recuerdo hermoso de River. Si bien estuve más de un año lesionado y mi cierre de carrera fue muy traumático y doloroso, un golpe muy duro en mi vida, todo lo que viví fue muy contradictorio. Llegué a River, ascendimos, ganamos el campeonato con Ramón Díaz y después llegó la Sudamericana. Estuve con Almeyda, Ramón, Emiliano y vi todo el proceso de Gallardo. Tengo los mejores recuerdos y sensaciones. Son esos lugares que se sienten como en casa”.

Martín Aguirre entrenando en River. (Foto: Prensa River)

Martín Aguirre entrenando en River. (Foto: Prensa River)

Hoy, con más de 40 años de edad y lejos de la exigencia de la competencia de alto rendimiento, Aguirre se sincera: “No me arrepiento de haber dejado el fútbol, pero podría haber ido a terapia aquel año y hacer el duelo en el tránsito. Dejar el fútbol con 33 años fue doloroso. Quería huir de ahí, de no poder jugar, y me refugié en mi ciudad, Bahía Blanca. Después uno toma dimensión de las decisiones que va tomando, pero eso se hace dependiendo del momento en que se encuentre cada uno”.

– ¿Te arrepentís de haber dejado River?

– La realidad es que de River no hay que irse nunca. Yo en ese momento volvía a Bahía Blanca y estaba terminando mi casa. Tomé una decisión muy apresurada e incluso Marcelo (Gallardo) me dijo en su momento: ‘¿Por qué no esperas un poco? Capaz te podes sumar con nosotros o inferiores’. Pero fue más que nada por mi personalidad, dije basta. Lo lindo es poder volver y que te reciban con el cariño impropio de un jugador que jugó 40 partidos en el club.

– Ahora estoy en Bahía Blanca, no me fui más de acá. Busco hacer diferentes cosas. Me involucré mucho en lo social, también a través del fútbol en los barrios con las escuelitas, colaborando tanto en lo edilicio como en lo deportivo. También estoy muy metido en el Club Bella Vista de Bahía Blanca, no como dirigente pero estoy cerca y con ganas de involucrarme en las juveniles.

La banca del plantel de River para el Gula Aguirre. (Foto: Prensa River)

La banca del plantel de River para el Gula Aguirre. (Foto: Prensa River)

– ¿Cómo lo estás viendo a River?

– River es un equipo con muy buenos jugadores, me gustan los nombres. Ahora se está haciendo mucho hincapié en el técnico por los resultados, el partido contra Temperley y después contra Argentinos Juniors en una cancha que no es fácil. Pero bueno, vienen de ganar tres torneos.

– No tengo relación directa con Martín (Demichelis), pero creo que hay que tener un poco de paciencia. Cuando River salió campeón contra Estudiantes el año pasado, al técnico lo ovacionaban. La gente va a la cancha y las redes sociales inyectan un humor que no ayuda a los procesos. No hay que olvidarse que ocupó el lugar de un tipo que lo ganó todo como Gallardo, un ídolo absoluto del club. Me pongo en el traje de él (Demichelis) y no es fácil. Las intenciones de juego se ven, las tiene, todo es un proceso. En el camino se ganaron varios títulos y está primero en su grupo de la Libertadores.

– ¿Por qué crees que se lo critica tanto a Demichelis?

– A veces la gente consume cualquier crítica y a veces no se piensa sobre los intereses que hay detrás. No creamos que solo hay periodistas genuinos que solo hacen críticas porque quieren al club o hacen periodismo independiente. Eso lo vemos en lo deportivo, en lo político y demás. Demichelis es un tipo de la casa, hay que darle tiempo y la gente tiene que tener más paciencia. No hay que consumir a quienes dicen tener la verdad absoluta. Hay que ser respetuosos.

– ¿Encontrás muchas diferencias entre el proceso de Gallardo y el de Demichelis?

– Para que suceda lo que sucedió con Marcelo (Gallardo), yo que lo viví desde adentro, primero tuvo que pasar el campeonato que ganó Ramón Díaz en 2014. Ese campeonato fue un desahogo para todos después de todo lo que pasó con el descenso. Fue un punto de quiebre. Cuando llegó Marcelo, los jugadores ya se habían sacado una mochila muy pesada. Vi todo el proceso desde adentro. El torneo siguiente se vio una fluidez que le permitió a los jugadores mostrar su mejor versión.

– Antes la presión era para ganar algo. Después de haber ganado tanto, la presión es la misma. Los dos extremos son malos. En este contexto es mucho más complejo, porque la vara está altísima para el juego, la personalidad y cómo se para el equipo. Gallardo arrasaba en cuanto a mentalidad y es muy difícil volver a inyectarle eso a los jugadores. Era la máxima expresión de la exigencia.

– ¿Crees que a Demichelis lo critican también por su relación con Enzo Pérez?

– Enzo Pérez logró muchísimas cosas en el club. No sé el trasfondo real, si se fue porque quería irse o porque tenía problemas con el técnico. Lo fáctico es que se fue a Estudiantes, pero es ídolo y la gente lo ama.

Cuando las cosas empiezan a andar mal, se hace mucho hincapié en aquellos que faltan. Yo me acuerdo cuando Fernando Cavenaghi iba al banco con Gallardo y el titular era Alario. Muchos lo cuestionaban. La gente decía: ‘¿Cómo no lo va a poner a Cavenaghi?’. A veces te sale bien y otras veces no tanto.

– ¿Cómo estás viendo el mediocampo actual de River?

– Viendo los partidos, sin saber qué pasa en lo cotidiano, hoy se ve que el DT todavía no encuentra ese cinco de contención como base. Aliendro es el que más asentado lo veo desde mi perspectiva. Tendrá partidos bajos como todos, pero es el que más rinde en este esquema. Eso sí, no lo veo como cinco, como era Enzo Pérez o Leo Ponzio. Falta alguien que le rinda en esa posición.

– ¿Crees que a este River le falta algo de ‘patada fuerte’?

Yo creo que este River no tiene tanta gente grande, de recorrido. Solari, Colidio… son muy chicos. No se ve esa cosa de que si le pegan a uno están todos encima, pero no es comparable porque la franja etaria no es la misma que me tocó a mí con Maidana, Vangioni, Mercado... éramos aguerridos desde otro lugar. Hoy hay algunos chicos bastante sanos, no los veo yendo al juego brusco.

– Con el paso de los años, ¿seguís teniendo vínculo tanto con Ramón como con Gallardo?

– Hablo mucho con Emiliano, que siempre está con Ramón. Con el cuerpo técnico de Marcelo tengo más cercanía, ahí con el profe Buján. Yo me saco el sombrero de cómo me han tratado, desde Almeyda hasta Gallardo. Pueden pasar seis meses sin que sepamos uno del otro, pero cuando hablamos parece como si nos hubiéramos visto ayer.

– También tengo un lindo recuerdo del campeonato de Ramón, verlo llorar… fue muy hermoso ver esa parte humana de él porque a veces se hacía el duro y tenía su humanidad bien a flor de piel en ese momento. Después con Marcelo viví muchas cosas y nunca pude entender el trato tan humano que tuvo conmigo. Fue mi momento más difícil y se portó de maravilla. Solo tengo palabras de agradecimiento con todos.