Así se juega al fútbol. Pasándose la pelota con sentido. Organizándose a partir de la pelota. Todo con sentido. Así fue que Argentina se consagró campeón de América, así llegó a 36 partidos sin perder. En el estadio de los contenedores, el equipo estuvo incontenible. Pases, triangulaciones, asociaciones en corto, juego interior. Le dio un repaso de novela a Polonia, una sandunga con un 2-0 que quedó corto.

 

El conjunto de Scaloni recuperó su esencia y hasta logró sobreponerse a otra adversidad como el penal (que no fue) que Szczesny le detuvo a Messi. Pero si algo quedó demostrado es que la idea se puede plasmar aunque cambien los nombres propios. Y en ese sentido, tenemos que nombrar a la santísima trinidad que se sumó para el Mundial: Enzo Fernández (21), Julián Álvarez (22) y Alexis Mac Allister (23).

Estos tres pibes, que bajan el promedio de edad del equipo en relación a Gio Lo Celso (26), Leo Paredes (28) y Lautaro Martínez (25) dejaron bien en claro que además de todo lo que pueden aportar en el presente, son parte fundamental para el futuro.

Alexis se llevó el premio a la figura de la cancha y hay razones que justifican la elección. Buscó un destino claro en cada intervención con la pelota y dio cátedra de cómo moverse cuando la tenían sus compañeros. Sus desmarques habilitaron espacios, generaron movimientos en un rival que no supo cómo resolver sus diagonales al área. Llegó al gol a partir de lo charlado: Scaloni contó en conferencia que habían notado que Polonia no defendía el punto del penal, sino que los centrales se iban encima del arquero. Ahí llegó el jugador de Brighton. Lo defectuoso del remate no le quitó lo efectivo. Se llevó una distinción individual por hacer mejores a sus compañeros.

Julián fue la figura indiscutida del fútbol argentino en 2021. En la nota pasada repasamos los retrocesos que algunos de sus compañeros tuvieron que hacer en sus carreras para poder salir adelante. No es su caso. El Muñeco apostó por él en la final de Madrid. Del River de Gallardo a elegido por Guardiola, sin escalas. Varios clubes pidieron su cesión, pero Pep no quiso saber nada con dejarlo ir. Solo los elegidos son capaces de meter goles en sus de debuts como titulares en Libertadores, Premier, Champions, Eliminatorias y Mundial. Él llena todos los casilleros.

Enzo Fernández es polifuncional. Es inteligente. Tiene personalidad. Recupera pelotas. Tiene media distancia. Llega al gol. Genera juego. Pilar de Defensa campeón de Sudamericana. Figura de River campeón de Liga. Se adueñó de Benfica y “forzó” a Scaloni, primero a ser citado, luego a ponerlo de titular. Sin lugar a dudas es uno de los mejores mediocampistas del mundo y seguramente no durará demasiado en el fútbol portugués. Ayer fue el volante central del equipo, pero con el ingreso de Paredes se soltó y demostró en el pase gol del segundo grito todo lo que es capaz de hacer.

Ellos tres, que casi no formaron parte del proceso 2018 hasta el Mundial, son los autores de los últimos tres goles de la Selección Argentina. Ellos tres fueron las piezas claves para que el equipo recuperara la memoria. Como si los de afuera hubieran forzado a los de adentro a hacer lo que les habían visto hacer.

La sensación que dejó el triunfo contra Polonia es que por fin apareció el equipo que vinimos a ver. Ese que disfruta porque gana y gana porque disfruta. El que se recuperó a tiempo del traspié. El que renovó sus piezas para volver a ser. Hoy estamos todos mirando el furioso presente, con Australia en el horizonte. Pero qué bueno es saber que también se está gestando el futuro.