No hay que tentar a la suerte

Por Darío Sanhueza

Luego de la eliminación de Copa Chile, era necesario cambiar el switch hacia el único objetivo que nos queda que, de todas formas, siempre fue el principal de este año. Jugaríamos en una cancha muy difícil para el Cacique, el corcho verde de La Calera –sólo le ha ganado allí a Melipilla en una ocasión, nunca a los cementeros en el sintético–, y con una baja más que sensible como la del Gato Lucero, único jugador del plantel que no tiene un suplente natural.

Pese a las dificultades, el panorama era bastante auspicioso considerando las derrotas de los dos principales perseguidores, Ñublense y Curicó, y que permitía ilusionarnos con ampliar a doce puntos la ventaja sobre ellos, distancia a todas luces casi irremontable. Y el equipo estaba sacando la tarea, luego de ese muy buen pase profundo de Suazo a Costa que terminó con el indiscutible penal al peruano, que con bastante carácter –considerando su momento de confianza– tomó la pelota y se hizo cargo de la responsabilidad de buena forma.

Pero Colo Colo empezó a tentar a la suerte en el primer tiempo, con tres errores clamorosos de la línea defensiva –dos de Amor y uno de Falcón– que no terminaron en gol por impericia de los caleranos y por intervenciones in extremis de Suazo y Opazo, quien tuvo que salir “tocado” en el entretiempo, reemplazado por Bruno Gutiérrez.

El Cacique lo controló, pero lo terminó perdiendo en el último suspiro. | Foto: Agencia UNO

Dentro de todo, en el segundo tiempo siempre estuvo la sensación de que estaba más cerca el 2-0 que el empate calerano. Hubo varias jugadas donde pudo resolverse mejor, ante una defensa que se veía endeble y permeable. Un remate de Bolados pasó muy cerca, y una pelota pinchada de Costa rozó el travesaño.

Pero el marcador era corto y eso siempre permite que el equipo que va perdiendo se envalentone hacia el final. Y llegó el empate, con una jugada de pelota detenida que debió ser mayormente revisada por el VAR, pareció haber foul contra Cortés y contra Bruno Gutiérrez, pero ello no exime de responsabilidad al arquero y a la defensa, Calera tenía dos buenos cabeceadores en cancha, Sáez y Vilches, y es impresentable que este último haya tenido tanta libertad de movimiento.

El equipo sintió el golpe y fue a buscar la victoria, tuvo dos chances clarísimas, con Rojas Walen y Gil que desvió de manera increíble de frente al arco, y un derechazo de Suazo que besó el palo izquierdo de Arce.

Colo Colo ahora deberá recibir a Unión Española en el Estadio Monumental. | Foto: Agencia UNO

Y el empate nos tenía masticando amargura, pero no contábamos con que Calera iba a clonar el primer gol y nos ganara el partido insólitamente en la última jugada. Exactamente los mismos errores, un córner evitable, mala distribución de las marcas, salida a destiempo de Cortés. Un equipo que venía de perder una llave por pelotas detenidas, ahora perdió este partido con dos detenidas idénticas.

Es cierto, estamos más cerca del objetivo que la fecha anterior, donde teníamos nueve puntos de ventaja con veinticuatro por jugar, y ahora tenemos los mismos nueve, pero con veintiuno. Los números llaman a la tranquilidad y a mantener el optimismo, máxime considerando que otro posible rival por el título, Unión, también perdió y no va a llegar tan envalentonado a jugar al Monumental la próxima fecha. Pero Colo Colo necesita urgentemente recuperar a Lucero, trabajar mucho más las pelotas detenidas y, sobre todo, afirmar la pera. Hay que ganar y dejar de tentar a la suerte, porque este torneo no se nos puede escapar.