Continúan las innumerables reacciones al beso sin consentimiento de parte del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación donde las ibéricas fueron reconocidas como las campeonas del mundo el pasado 20 de agosto en Sydney, Australia.
No obstante, lejos de la algarabía, los conceptos han apuntado hacia el dirigente quien señaló que no iba a dimitir a su cargo, tras intentar explicar lo ocurrido con la futbolista en aquella tarima, sacándose toda responsabilidad y que desde luego, provocó la inmediata reacción de las seleccionadas quienes renunciaron al equipo nacional mientras se mantenga en cuestionado Rubiales en el cargo y del mundo entero en el fútbol femenino, como también masculino.
A su vez, no todo quedó ahí ya que sí existe gente que apoya a Rubiales en estos días bastante turbulentos y complicados que vive el dirigente, tras este suceso que ha dado la vuelta al mundo y que se repudia de manera transversal.
Pues bien, quien se sumó a la defensa del cuestionado dirigente es nada más ni nada menos que su madre, Ángeles Béjar, quien inició una huelga de hambre en la iglesia de la Divina Pastora de Motril en Andalucía, para lo que según ella, buscar una solución a la “cacería inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo con algo que no se merece”, según reportan desde España.
Además, insta a la futbolista número 10 de la selección a “decir la verdad” y que mantenga su versión de los hechos, tal cual lo hizo en un principio y luego la cambió, según consta la progenitora.
“No existe abuso sexual al existir consentimiento por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes”, y se pregunta “por qué se están ensañando con él” y qué “hay detrás de toda esta historia”, ya que su hijo “es incapaz de hacerle daño a nadie”, misma línea de Vanessa, prima del dirigente quién declaró exactamente lo mismo.
Todo esto mientras Luis Rubiales ya cumple su castigo provisorio por parte de la FIFA que consta de 90 días sin desempeñar funciones a nivel nacional ni internacional. En su lugar, asumió Pedro Rocha, como mandatario interino de la RFEF.