En la última fecha, Coquimbo Unido logró la salvación definitiva y el pirata se queda en primera división, luego de igualar a un tanto frente a Provincial Curicó Unido y por diferencia de goles, se mantiene en la categoría de honor de nuestro balompié.

Mérito en esa remontada, sin duda, fue el entrenador, Fernando Díaz quien llegó tras el despido de Patricio Graff con la misión clara de dejar al equipo en primera con el último tercio del campeonato por jugar.

Tras el encuentro y en diálogo con TNT Sports, el estratega emocionado recordó que hace algún tiempo tuvo que vivir algo similar. "El momento era de tensión absoluta. El 2010 me pasó algo similar con Santiago Morning, fue un deja vu", sostuvo Nano. 

La celebración de César Huanca, gol que le permitió a Coquimbo quedarse en primera (Agencia Uno)

Además, tuvo palabras sobre qué se conversaba en el camarín y es ahí cuando llegó a las lágrimas. "Había hablado con los jugadores que nos íbamos a salvar. Emociona esto, son las situaciones que la gente que no ha estado acá no entiende todo lo que uno se juega. Los jugadores contratos, familia, el honor de no bajar. Estoy demasiado comprometido con la gente de Coquimbo, porque han sido buena onda y la ciudad no se merecía bajar", comentó un aliviado estratega.

"Esto es la maravilla del fútbol y vivimos una emoción más. A la larga, agradecer a la gente de Coquimbo y a la familia", continuó el ex técnico de Cobreloa y Unión Española.

Futbolísticamente, Díaz argumentó por dónde pasaron los momentos claves y que le permitieron quedarse en el fútbol grande de Chile. "Llegamos a diez fechas del final y vimos que el pasaporte a la salvación era tener una solidez defensiva. Se nos lesionó la figura que es Joe Abrigo, al último se nos lesiona la otra figura, pero afortunadamente fuimos encontrando otros jugadores que en otro momento no aparecían y la misión del técnico es convencer a los jugadores y que ellos creyeran que podía pasar lo que pasó, salvarnos en el último partido", cerró Fernando Díaz.