Universidad de Chile llegó a la fecha 10 con apenas 11 unidades con un entrenador (Santiago Escobar) y con un gerente deportivo (Luis Roggiero) altamente cuestionados y con el despreciable fantasma del descenso otra vez asediando-al menos- comunicacionalmente.
Pese a que el colombiano sigue en su puesto, en el segundo piso del Centro Deportivo Azul se juramentaron a no poner un técnico interino y encontrar rápidamente al reemplazante del actual estratega para intentar salvar un buque que tal como el Titanic va directo a chocar con un iceberg.
¿Cuál es el entrenador que Azul Azul busca? Es simple, Martín Lasarte. El uruguayo tiene crédito en la U, porque fue un DT campeón del torneo local, se dio el gusto de ganarle una final a Colo Colo, algo que hoy por hoy se ve lejano, también levantó la Supercopa. En resumen, en términos deportivos el charrúa dejó cosas importantes. Ni hablar de la parte humana, querido por la mayoría de los futbolistas que dirigió.
Pero, lo más importante, es que apuntan al uruguayo porque consideran que es capaz de devolverle la confianza a jugadores que la tienen extraviada hace rato, aseguran que es un componedor de grupos y más allá del fracaso con la selección chilena, es un tipo totalmente capaz de revertir el presente azul.
A mayor abundamiento, Lasarte estuvo a punto de volver a Universidad de Chile en 2020, les dio el sí incluso, pero, por problemas netamente personales declinó la oferta y al final fue Rafael Dudamel el que terminó sentado en la banca azul.
Esta mañana Machete conversó con Sport890 asegurando que”dirigir un equipo en Chile no creo que sea dar un paso atrás. Igual yo creo que me voy a tomar un tiempo. No tendría problema en volver a trabajar en Uruguay”.
Ahora sólo depende de la dirigencia universitaria si convence o no a Martín Lasarte para que se convierta -otra vez- en el flamante entrenador de la U.