Sufrir una lesión en el tenis suele ser común, pero padecer un dolor que lleve al borde de la muerte, son palabras mayores. Eso fue lo que sufrió la estrella bosnia Damir Dzumhur, quien tras disputar la qualy de Roland Garros en 2022 fue diagnosticado de un problema hepático que casi le cuesta la vida. 

En un emotivo texto publicado por la página oficial de la ATP, el tenista bosnio confesó que tras caer ante Fernando Verdasco en el Abierto de Francia, “sentí un gran dolor en el estómago y, tras contactar al doctor, me marché al hospital. Me diagnosticaron una pancreatitis aguda y fui derivado de inmediato a la unidad de cuidados intensivos. Permanecí allí durante seis días”.

Damir Dzumhur dio una gran batalla ante Carlos Alcaraz en Cincinnati (Getty Images).

“Los días se hicieron eternos, especialmente al principio. El dolor me estaba matando, necesitaba calmantes potentes para poder dormir. Las noches eran muy largas y tenía la sensación de que el tiempo no avanzaba”, reveló.

Asimismo, Dzumhur detalló que “los doctores nunca llegaron a entender cómo contraje ese problema. Por desgracia, todo sucedió repentinamente”. Internado de gravedad y lejos de su familia, la raqueta balcánica explicó que “pasé mi cumpleaños en un hospital francés lejos de mi familia. El tenis era lo último que pasaba por mi cabeza”. 

Pero sin duda que el gran dolor en ese momento fue la distancia con su hijo recién nacido. “En lugar de disfrutar la vida a su lado, me encontraba en una cama de hospital, en otro país, sin saber lo que el futuro me deparaba”.

Damir Dzumhur llegó al puesto 23 del ranking ATP, hoy es 43 del mundo (Getty Images).

El drama de Damir Dzumhur: “Estuve a punto de morir”

En su relato, Dzumhur revela que todo cambió cuando “pedí que me trasladaran a Belgrado, porque encontramos un doctor del que habíamos escuchado cosas muy positivas. También deseaba estar más cerca de mi familia”. Allí se reencontró con su hijo, lo que marcó un punto de inflexión en su recuperación.

“Esos doctores me salvaron mi vida. Nunca podré estar lo suficientemente agradecido. En esos momentos complicados pasan muchas cosas por tu cabeza, te desesperas por estar con tus seres queridos. Todo lo que sentía era la necesidad de estar en casa”, argumentó.

La luz al final del túnel llegó tras más de 20 días en el hospital. “En opinión de los doctores, mi mejora fue muy rápida. Para mí, todo transcurrió a cámara lenta. Llegué a perder 11 kilos, apenas pesaba 55 kilos cuando me dieron el alta”, dijo.

A tres años del traumático episodio, y en la previa de su participación en el Masters de Cincinnati, donde cayó en un tremendo partido a tres sets con Carlos Alcaraz, Dzumhur señaló que “lo más importante es que estoy aquí. Cuando sufrí con mi páncreas, no pensaba en el tenis. Ahora estoy en condiciones de competir en uno de los mayores torneos ante los mejores rivales. Tres años atrás estuve a punto de morir. Ahora, puedo hacer lo que amo”.