Gissella Gallardo dejó de lado una de sus mayores preocupaciones e incomodidades: Mauricio Pinilla. Así se largó a construir una nueva vida. Puso en arriendo la propiedad que compartía con el ex futbolista y saltó de Chicureo a Lo Barnechea.

La casa, ubicada en el Condominio Las Brisas de Colina, tiene un costo de 110 UF mensuales, o sea alrededor de 3.955.965 pesos chilenos al mes y quería irse del lugar, porque ya llevaba demasiado tiempo sola y alejada, luego del quiebre en el matrimonio.

Una de las principales razones para arrendar una casa en Lo Barnechea, era para irse a vivir más cerca de su madre, algo que concretó en la compañía de sus tres hijos.

Cómo es la nueva vida de Gissella Gallardo

“Mi hermana, Fabiola, se cambió antes de casa cerca de mi mamá. Yo estaba viviendo muy lejos”, se justificó en conversación con LUN.

Además, confesó que “yo me acostumbré a ser trotamundos, necesito ir cambiando. Pero en la casa de ahora estoy feliz: tiene calor de hogar y una energía inexplicable”.

La nueva casa, según Gallardo, “es cómoda para los cuatro, los niños están felices porque ahora están más cerca de sus compañeros también. Siento que tenemos mejor calidad de vida porque Chicureo igual es lejos”.

Las nuevas posibilidades que abría este cambio fue retomar el gimnasio, lugar al que Gissella acude tres veces por semana, una hora al día, para mantenerse en forma.

“No iba desde que mi papá se enfermó, porque me dediqué a preocuparme de él. Así que ahora me costó retomar, pese a que desde chica fui deportista”, confesó.

Aunque, por otro lado, “me encantó ir, porque hacen los ejercicios dependiendo de mi necesidad. Yo no quiero tener abdominales por pretensión, quiero tener un cuerpo fuerte”.