Las nuevas generaciones del fútbol chileno y mundial, poco a poco, se empiezan a abrir paso para tomar la posta y es precisamente ese cambio generacional el que genera ruido por más de un motivo en particular.
“No me gusta hablar, pero los tiempos cambiaron, no solo en el fútbol, sino en la sociedad. El joven hoy no escucha tanto, le cuesta un poco más. Pero escucha. Antes se tomaba con más seriedad al adulto”, aseguró Gary Kagelmacher a El Mercurio.
El central cruzado aporta diciendo que “Mirábamos con un respeto mayor; no es que hoy no haya respeto, pero como que el joven de hoy es diferente, tiene menos vergüenza, te puede hasta contestar… en Católica tengo buena relación con los jóvenes”.
“Tampoco me gusta dar monólogos; si me preguntan, les respondo, o si veo algo digo ‘le estás errando’. A los jóvenes les hago entender que para vivir bien después del fútbol hubo que ganar dinero y ahorrar muchísimo. Si uno elige ser jugador de fútbol es consciente de que hay cosas que no se pueden hacer”, dice.
Kagelmacher aborda el profesionalismo y señala su incompatibilidad: “En 35 años solo he ido a dos casamientos: el mío y uno más. Tengo nada más que un traje. No tuve despedida de soltero, porque mis amigos estaban en Uruguay, cumpleaños de 15 olvídate, pierdes tejeos… no da. Yo elegí esto. No se puede salir, jugar fútbol y rendir, no se puede”, cerró.