Universidad Católica pasó de ser un cerrojo máximo a nivel defensivo a un parque de diversiones, donde los delanteros hacen lo que quieren con los zagueros y se aprovechan de la irregularidad del cuadro cruzado durante la temporada 2023 en el fútbol chileno.

En la última línea, Ariel Holan no ha podido otorgarle la seguridad necesaria a la defensa ni tampoco a Matías Dituro. Es más, la UC tiene la octava valla más batida del torneo con 22 goles en contra y por partido el cuadro de la franja recibe 1.6 tantos en propia puerta. El capitán cruzado apenas ha logrado terminar 2 partidos con la valla invicta.

Una situación preocupante para la defensa de la Católica. “Si vamos a las estadísticas no sólo en esa faceta sino en varias, porque estamos en un momento que no es el ideal, van a ser un poco más negativas de lo que deberían ser”, expresó el zaguero Gary Kagelmacher.

La defensa de la Universidad Católica pasó de ser inexpugnable a un parque de diversiones en el fútbol chileno (Photosport)

La UC con su estadística de goles en promedio pro partido en propia puerta apenas supera a elencos como Audax (1.5), Magallanes (1.6) y Curicó (1.8). Una cuestión que ratifica el desnivel que tiene la Católica en sus líneas, ya que el giro en 180 grados lo hace la ofensiva con Zampedri y Aravena, que tiene el mejor promedio de gol como equipo de 1.75.

“Hoy en día, en el aspecto defensivo no estamos en nuestro mejor momento y no queda otra que seguir para adelante en estos momentos más difícil, sacar la cara e intentar de solo mirar el fin de semana”, agrego Gary K.

La UC tiene que seguirá atrás con 3 defensas o volverá a línea de 4 con Gary K junto a Ampuero.