En tiempos de contrataciones, es momento de usar la memoria sin enojarse. Refuerzos extranjeros que llegaron a Universidad Católica y que partieron sin pena, ni gloria. Son 20 futbolistas, donde seguramente coincidiremos en muchos.
Te comparto mi orden, espero el tuyo en los comentarios.
20- Edú Manga (BRA) (1998): volante, 16 partidos, 2 goles. Los hinchas cruzados pedirán que este nombre quede más arriba en el ranking, pero no tiene sentido. Buen volante, con buen toque de balón, que venía de jugar en Primera de España con el Valladolid. Incluso pensé en no ponerlo en el ranking. Al final su único problema fue haber llegado con otro que recordaremos más adelante.
19- Daniel Garnero (ARG) (1996): volante, 16 partidos, 1 gol. De los casos que dan rabia. Es cierto que no es fácil llegar a tapar el espacio que dejó Néstor Gorosito, pero el cartel con que llegó el Dani fue notable. Campeón de liga, Recopa y Supercopa con Independiente, siendo figura. Y acá ni la sombra. Nunca se acomodó a un equipo con buenos jugadores, siendo que él era bueno. Era, en Argentina.
18- Darío Husaín (ARG) (2004): delantero, 10 partidos, 4 goles, 2 rojas. Qué mejor apodo que el Furia. Ese año toda la campaña que tuvo, que dejó bastante que desear, la manchó con el escupo que le tiró al jugador de Puerto Montt, Johnny Chaparro. “Tuve un mal momento, estoy muy arrepentido”. El Tribunal de Disciplina le dio siete fechas, lo que provocó que jugara menos. Nadie lo extrañó.
17- Hugo Morales (ARG) (2007): volante, 13 partidos, 2 goles, 1 roja. Otro ejemplo de “esto no era lo que compramos”. Desde chico buen jugador, cuando ganó la Copa Conmebol con Lanús y logró la plata en Atlanta 1996. José del Solar lo llevó para ser el cerebro del equipo que peleó el Apertura. Y pese a que la UC llegó con chances de campeonar a la última fecha, el volante fue uno más de la campaña.
16- Ramiro Costa (ARG) (2013-2014): delantero, 34 partidos, 6 goles. Acá saltarán algunos cruzados a decir que no era el atacante titular, que hasta era el cuarto tras Bueno, Castillo y Jadue. Sin embargo, si el destino te da la chance de jugar, tienes que rendir. Más en un equipo grande. Y si llegas para hacer goles y tienes un registro como el que encabeza este párrafo, de inmediato entras a este listado.
15- Brayan Rovira (COL) (2023): volante, 27 partidos, 0 gol. Se fue hace poco del club y no lo van a extrañar. Los colombianos, sobre todo los volantes, son jugadores de buen pie, que se suman al ataque, asistidores y algunos destacan por sus tiros libres. En un mediocampo que tenía a Ignacio Saavedra en un nivel bajo con respecto a años anteriores, llegó alguien que no lo ayudó en nada.
14- Yamil Asad (ARG) (2022): delantero, 14 partidos, 1 gol. De todos esos partidos, fue titular en dos. Eso dice mucho. Fueron 294 minutos de 1.260 posibles. No fue sólo por rendimiento que jugó poco, ya que se lesionó dos veces. Y para sumarse un problema, chocó en estado de ebriedad. Al final es de esos jugadores que el hincha espera que se acabe rápido el contrato… y que le vaya bien.
13- Alejandro Simionato (ARG) (1999): defensa, 16 partidos, 0 gol, 1 roja. En un año donde la UC jugó ese campeonato nacional eterno de 44 fechas, más la Copa Libertadores y la Copa Mercosur, un refuerzo no puede jugar tan poco. Por rendimiento duró un semestre y se retiró del fútbol al año siguiente tras ser castigado con cinco fechas por pegarle un codazo a un rival. Se picó y se fue de la actividad.
12- Celio Silva (BRA) (2001): defensa, 8 partidos, 0 gol, 1 roja. Que haya llegado un campeón de la Copa América, por esos años, es para emocionarse un poco. El central levantó el trofeo en 1997 en Bolivia, pero tuvo un paso para el olvido en la precordillera. Duró tres meses dado que le recrudeció una lesión en su rodilla derecha. “Lógico que me voy triste. Esta situación no se podía prolongar”, dijo en su adiós.
11- Pablo Álvarez (URU) (2015): defensa, 17 partidos, 1 gol. Estoy casi seguro que no te acordabas de él. Llegó para suplir al lesionado Stefano Magnasco y no lo logró. Su paso fue extraño porque aparte que jugó poco, salió el rumor en su momento que no quiso disputar la liguilla de Copa Sudamericana ante Palestino porque Mario Salas lo consideró poco en el año. Tiempo después el jugador lo negó.
10- Pablo Vranjicán (ARG) (2010): delantero, 27 partidos, 11 goles. Con esos números alguien saltará y dirá: ¿cómo vas a ponerlo en la lista si hizo tantos goles?. Y respondo rápido: de ellos, cinco fueron a San Pedro de Atacama en Copa Chile. O sea, “sacando el IVA”, un jugador que no aportó tanto como se hubiera querido. Muy lejos en calidad de los grandes delanteros extranjeros que ha tenido la UC.
9- Nicolás Gianni (ARG) (2008): volante, 12 partidos, 1 gol. Llegar a reemplazar a Darío Bottinelli fue una tarea imposible para este jugador. Venía de Argentinos Juniors y para allá volvió tras seis meses. Falta de continuidad y poca incidencia en el juego provocaron su rápida salida. No fue capaz de convencer a Fernando Carvallo, Mario Lepe y Marco Antonio Figueroa. Ya con eso, chao nomás.
8- Damián Luna (ARG) (2009): volante, 5 partidos, 1 gol. También estuvo un semestre nomás en la UC. Rendimiento nulo. Para peor, se le ocurrió decir en El Mercurio que tenía ganas de irse en vez de pelear un puesto. “Nosotros queremos gente que esté comprometida. Los que no quieren estar, que no estén”, respondió en su momento el presidente de la rama de fútbol, Felipe Achondo.
7- Lucas Melano (ARG) (2022): delantero, 8 partidos, 0 gol, 1 roja. Se le recuerda por dos cosas. Uno. El video viralizado de Bambino Pons relatando sus jugadas. Dos. Cuando entró al minuto 64 por Cristián Cuevas ante Audax Italiano y lo expulsaron al 68’. Más encima, ganaron 3-2 los verdes. Alguien dirá que fue mala suerte. No. Cuando hay calidad se demuestra, y al menos en Católica, nunca se vio.
6- Wagner (BRA) (1998): delantero, 6 partidos, 0 gol. Aquí el culpable de manchar la imagen de Edú Manga. Como llegaron el mismo año, quedó la sensación que los dos eran malos jugadores. Y era sólo uno. Atacante brasileño que juega poco y no hace goles deja claro lo que vale. En ese torneo nacional jugaron por la UC ocho delanteros e hicieron goles siete. No más palabras, señor juez.
5- Nehuén Paz (ARG) (2022): defensa, 13 partidos, 0 gol. Sigue en el plantel y tiene la chance de desaparecer del listado. Es un punto positivo. Lo negativo es que por exceso de extranjeros no ha sido inscrito en el equipo y es por algo. Ningún club deja sin jugar a un buen jugador, más siendo extranjero. Le hicieron contrato por cuatro años (faltan dos) y por ello llama la atención su pasar en el club.
4- Jonathan Bottinelli (ARG) (2014): defensa, 14 partidos, 0 gol. Todos tenemos un hermano bueno para el fútbol. Él tenía a Darío. “Estoy físicamente muy bien. Entrené toda la pretemporada y uno quiere siempre jugar”, dijo en su presentación. Estuvo un semestre y no fue el central que da seguridad al equipo. Tenía buena estatura (1.80 mts), pero eso le afectaba en los desplazamientos.
3- Ángel Martínez (PAR) (2009): defensa, 9 partidos, 0 gol. ¡Otro que duró un semestre! Cualquier hincha cuando llega un central guaraní piensa en Carlos Gamarra o Celso Ayala. Aquí nada de eso. “Si uno llega a un equipo es por algo, y si no lo hace, también”, fue su reflexión filosófica al llegar. Claramente no fue del gusto de Marco Antonio Figueroa. Quizás por lo lento que se veía en cancha.
2- Leandro Díaz (ARG) (2010): volante, 5 partidos, 0 gol. Llegó pocos días antes que despidieran a Figueroa de la banca, quien lo pidió. Y con Juan Antonio Pizzi casi no hubo relación. “Noto un trato distinto a otros compañeros, pero eso es decisión de él”, dijo el jugador. El último partido que jugó fue en la derrota ante Colo Colo en Macul. De ahí vino la remontada para ser campeón. ¿Cábala? Qué se yo.
1- Gilberto Palacios (PAR) (2009): delantero, 6 partidos, 0 gol. Nunca olvidaré un partido contra Ñublense en San Carlos de Apoquindo. Se perdió un gol solo debajo del arco. Solo. Y ante ello un pasapelotas le gritó: ¡Caggiano!. Está en YouTube. Desconozco si quisieron ofenderlo. Ese recuerdo es uno de los pocos de un guaraní que en cancha mostró lentitud, mal estado físico y nulo olfato goleador.