Aprovechando sus vacaciones, Igor Lichnovsky se encuentra en Chile pasando estos días y desde luego, entre el compartir con amigos y la familia, está visitar el Centro Deportivo Azul.

Y en conversación con La Magia Azul, el ex campeón con la Universidad de Chile contó que se encuentra con contrato vigente en Tigres de Monterrey, pero que su amor por los colores, desde luego le hacen estar cerca, aunque contó una especial anécdota con un ex compañero ya que cambió de colores. A lo que apunta Igor, es que en los laicos poco se hace por la identifiación hoy por hoy. “Ustedes conocen el corazón. Ayer estuve con Christian Bravo y se que algunos lo deben criticar y hasta yo mismo le di su par depatadas en la r… por lo que hizo y son cosas que yo no haría, pero yo tuve una situación distinta de cómo me valoró el club”, contó Lichnovsky.

De todas maneras, tuvo palabras respecto al amor que genera la U y que la idea es que no se pierda y volvió a recordar otra anécdota que vivió jace algunos años y lo que le decían a los niños que llegaban al club. “Chicos, no puede llegar nadie de Colo Colo o de Católica aquí y si no, se tiene que cambiar ‘sí’,decían. El más que una pasión es un sentimiento es verdad y hablamos del equipo con más sentimiento en Chile, digan lo que digan de las copas, pero eso especial que debes sembrar a los niños de pequeño, los Mora, los Puyol lo hacían y hoy en día uno se da cuenta. El fútbol es incierto, pero no se si hoy en día existe esa gente que hoy en día, literal, tenga lo que es la U”, dijo un emocionado Igor.

Respecto a lo que ve en la actualidad en la U, el defensor no quiso referirse en detalle, pero sí entrelíneas, manifiesta que hay cosas que deben cambiar. “El otro día fui al CDA y veo cosas, pero después digo ‘no puedo hablar’ porque no corresponde. Ser cuidadoso y al final no lo vamos a solucionar hablando aquí en vivo, si no con la conversación con Campitos, con Junior, por ejemplo”, sostuvo.

“Hablamos de jugadores que por lo profesional van a querer jugar y si hay otros tipos mejores se van a poner felices porque es para la U. Me da pena escuchar que tuvo posibilidad de llegar Echeverría y estoy dolido. Pregúntenle a Valber (Huerta), ¿Ustedes creen que quería ir a jugar a Católica? No le puedes ofrecer 500 lucas, es un insulto y decirle ‘no quiero que llegues'”, agregó.

También tuvo comentarios para lo que generaron sus palabras tras unos dichos sobre Marcelo Díaz y espera que el club no haga con él, lo que están haciendo con el 21. “Somosamigos con Carepa, ni siquiera nos llamamos. Hicimos una pichanga y literal fue ¿Qué pasa con la U? y en broma del asado yo digo ‘ojalá que no me pase lo del Carepa’ y como era en un youtube, se saca de ahí. Pero hoy en día es decir ¿Qué más puedo hacer para venir a aportar a la U? porque ¿Qué más puede querer ganar Marcelo Díaz o jugadores que ya están realizados? Lo único que queremos, los que queremos volver en algún momento, es vaciarnos y si ya no estamos, nos vamos a la galería, nomás”, narró el futbolista.

Pero, ¿Alguna vez estuvo cerca de volver a la U? Lichnovsky rememoró que “siempre se generan comentarios todos los años y la realidad es que yo lo más cerca que estuve de volver a la U cuando estuvo Carlos (Heller) y que me llamó. Me dice ¿Quieres? Yo le dije que volvía, pero que no me pagasen 500 lucas, pero algo que fuese medianamente razonable. No se pudo, no se dio y ahora yo terminando mi contrato con Tigres el único modelo viable que veo es quedar libre, ya que es una oportunidad de ganar más plata”.

Por último, realizó un diagnóstico de lo que ve a la distancia en el club y qué es lo que carece hoy en día. “Falta gente de la U. Imagínate si voy a dirigir a Colo Colo y me toca jugar contra la U, mi familia me va a molestar. Pero hoy día falta gente de la U en el club para vaciarse y dar todo por la U, pero es eso. Habían jugadores que querían ganar una Sudamericana y habían unos referentes como Rivarola que amaba al club, a Carepato que parecía de 30, al Pepe Rojas. Una vez hasta desgarrado, que no es lógico, pero había un ímpetu”, cerró.