Mauricio Pellegrino termina la primera parte del partido de la Universidad de Chile ante Cobresal en El Salvador de la peor forma. La ira y el enojo hicieron presa del DT del Romántico Viajero, quien perdió los estribos y arremetió contra el árbitro Cristián Garay.
Pellegrino, con el paso de la primera fracción, se fue descolocando y saliendo de sus casillas. Los yerros de sus futbolistas más los cobros dudosos del árbitro lo hicieron perder el foco.
La primera acción fue en el minuto 26. El argentino Franco García le aplicó un pisotón desmedido de Leandro Fernández. El transandino se tiró al césped y Garay tuvo que ir al VAR a ratificar si era jugada de roja.
Sin embargo, el juez de la contienda sólo le mostró cartulina amarilla a García y el reclamo de Fernández, Cristopher Toselli en la cancha fue notorio. Ahí, Pellegrino perdió los estribos absolutamente.
Luego, Pellegrino empezó a mover la cabeza y reclamó constantemente a Garay junto a su asistente Xavier Tamarit. “Era para roja, no amarilla”, dijo el español que se ganó la amonestación.
Pellegrino estaba desconcertado, además, por todo lo que estaba ocurriendo en la cancha. Luego, Munder le fue fuerte a Poblete y la acción no dejó satisfecho al DT de la U. Otra vez el reclamo airado del argentino desde la banca.
Duras palabras y sacada de micrófono
En el minuto 38′, el azul Renato Cordero fue fuerte a uno de los jugadores de Cobresal y el árbitro Garay no dudó ningún segundo en mostrarle amarilla al futbolista azul.
Sencillamente, esa acción hizo que Pellegrino emprendiera desde la banca con duras palabras contra el cuerpo arbitral. “La put… que lo parió (sic)“, se escuchó claro desde la banca.
Para que no pasara nada más, Pellegrino emuló lo mismo que realizaba Jorge Sampaoli en la banca azul y también en la Roja: tomó el micrófono ambiental de TNT Sports y lo sacó desde el lugar de trabajo para que no fuera delatado a todo el país.
“¿Pellegrino movió el micrófono a la reja?“, expresó el relator Patricio Barrera a lo que el reportero Marcelo Díaz asintió a que “sí, lo sacó, yo no le voy a decir nada”.
Tras el gol de Mesías, Pellegrino movió la cabeza en gesto de desaprobación de lo que ocurre en El Cobre, pero se mordió la lengua y terminó directo con cara de 10 metros hacia el camarín.