Bayern Múnich venció por 1-0 a Tigres UANL y se consagró como Campeón de una nueva edición del Mundial de Clubes. De esta manera, los alemanes ganaron el sexto título de la temporada e igualaron la marca histórica que hasta el momento sólo el Barcelona de Josep Guardiola en 2009 había conseguido.

El conjunto dirigido por Hans-Dieter Flick se impuso al de Ricardo Ferretti por el gol anotado por Benjamin Pavard a los 14 minutos del segundo tiempo. El mismo, sin embargo, generó una gran polémica ya que estuvo mal convalidado y se le escapó a los jueces del VAR: hubo mano de Robert Lewandowski antes que la empuje el lateral francés.

Esta noticia llegó muy rápido al banco Regiomontano, quienes instantes después de la jugada ya sabían que la misma debió haber sido anulada. A pesar de no haber podido hacer justicia por mano propia en el campo de juego, Nahuel Guzmán hizo una de las suyas para que los alemanes duerman con la conciencia sucia esta noche.

En medio de la coronación, el Patón se infiltró entre los futbolistas de Bayern Múnich y encaró directamente al delantero polaco. Mientras todos los Bávaros lo miraban con cara de sorprendidos, el arquero argentino le reclamó al The Best que tocó el balón con su mano y el gol fue totalmente injusto.

Lo más curioso de todo es que, a pesar de que en las repeticiones se ve claramente que esto que resaltó Guzmán es cierto, el propio Lewandowski lo negó. "¿Yo? No, a mí no me tocó en la mano", se puede apreciar cómo le contesta con gestos el goleador. Una Nahuelada más para el archivo, que se volvió con sus compañeros sin obtener la respuesta que esperaba.