"Oyes de la violencia contra las mujeres y no piensas que eso que les está pasando a miles, te puede pasar a ti", lamentó Lucely Chalá justo cuando las mujeres de todo el mundo salieron a las calles a levantar la voz en contra de la violencia de genero. 

Lucely Chalá es la esposa de Renato Ibarra y contó en entrevista para la revista TVNotas cómo fue golpeada y jaloneada, el pasado 5 de marzo en su casa, delante de su hijo pequeño y sin importar que estuviera embarazada de nueve semanas.

La joven de 24 años reveló que la semana pasada, el jugador del América mandó traer de Ecuador a sus familiares, su hermana, su hermano y sus respectivas parejas, además de un amigo en común.

Dos días más tarde, el jueves 5 de marzo, mientras el futbolista se fue a entrenar a Coapa, cuenta Lucely: "Mientras él estaba fuera, mi hermana y yo recibimos insultos de la familia de él, así que nos salimos de la casa y regresamos hasta la noche".

Cuando volvieron a casa, Lucely cuenta que trató de hablar con su esposo para calmar la situación, sin embargo, el jugador ecuatoriano reaccionó de manera agresiva y ahí comenzó todo.

Asimismo, aseguró que fue su hermana Karen quien pudo avisarle de la agresión a su otra hermana Liseth, y ella llamó a la policía.

"Le explicamos a la policía lo que ocurrió; los dejé pasar y detuvieron a Renato y a su familia; él se rehusaba a salir de la casa, hubo muchos gritos, forcejeos, hasta que lo sacaron. Él intentó de todo para que los policías lo soltaran", añadió Lucely.

"Al llegar al Ministerio Público, nos separaron y cuando yo estaba esperando para dar la declaración, tuve un sangrado y me llevaron en ambulancia al hospital. Sí, había un peligro de aborto por el sangrado y me mandaron reposo total, por lo que me tuve que quedar hospitalizada y ahí rendí mi declaración", continuó la ecuatoriana.

Finalmente, reveló que decidió alzar la voz y conceder esta entrevista porque contó con las "suerte" de no ser una más en la lista de mujeres muertas por violencia.

"No porque el hombre sea figura pública o él nos mantenga económicamente, tenemos que quedarnos calladas. Gracias a Dios estoy aquí, fui de las pocas que tienen la suerte de quedar vivas y ahorita no estoy en la lista de mujeres muertas por violencia", sentenció en la entrevista con la revista.