Germán Pezzella estuvo toda una vida en River, pero sólo jugó 70 partidos en 4 años. Sin embargo, su último tramo fue espectacular, tuvo un rendimiento que le permitió pegar el salto a Europa. En el Millonario conquistó la Copa Libertadores de 2015, la de la final ante Tigres en El Monumental. Hoy, a la distancia, contó cómo vivió el final de la Superliga que el elenco de Gallardo perdió ante Boca.

"En este momento ya estamos como hinchas a pleno. Me he puesto a ver partidos a las 3 de la madrugada y mi jermu me quería echar de casa porque gritar goles en medio de living mientras ella estaba dormida. Pero bueno, lo del torneo son cosas que se dan, el fútbol es demasiado imprevisible. Se dio de esa manera y dolió por todo lo que implicaba, que atrás venía Boca… Pero no pasa nada, es un equipo que lleva seis años llegando a finales", manifestó en Diario Olé.

Sobre los hinchas del elenco de la Ribera, quienes venían de años duros desde la llegada del Muñeco, comentó: "Sacaron la cabeza de abajo de la alfombra, ja, ja. Pero no, te digo que ni eso, eh, porque obviamente no les alcanzó para salir a cargarnos. No abrieron mucho la boca porque inmediatamente tenían la respuesta...".

Pero claro, nada le podrá borrar de su mente la alegría que tuvo después que River le ganó la final más importante de la historia a Boca: "¿Y qué querés? Esa final fue la frutilla del postre y quedará en la historia para siempre. Pero te juro que cada vez que me acuerdo de ese día me pego la cabeza contra la pared, porque estaban el Melli, Mercado, todos los chicos en la cancha y me mandaban fotos y videos y a mí me coincidió justo que ese día jugaba. Lo vi acá, solo, pegándole a las paredes".

Con 28 años y todavía unos más en Europa, Pezzella sabe que algún día volverá a River. Lo hará él, lo hará el Pity Martínez, Driussi y muchos más. Porque hoy es un placer volver a Núñez, porque hoy todo es distinto.