Domingo de mucho fútbol en el marco de la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional de Argentina. Pero, por sobre todas las cosas, domingo de partidos realmente importantes en el mencionado certamen doméstico. Una jornada que comenzó con los empates entre Talleres de Córdoba y Godoy Cruz de Mendoza y entre Defensa y Justicia y Vélez Sarsfield, pero que siguió con un plato fuerte.

En tercer turno, el renovado Estadio Monumental del barrio porteño de Núñez albergó una nueva edición del clásico más viejo del fútbol argentino. El clásico que volvió a poner frente a frente a River Plate y Racing Club, elencos que, hace muy poco tiempo, se vieron las caras en la Supercopa Argentina, donde el Millonario se quedó con el título imponiéndose por 5-0.

En ese contexto, el equipo comandado tácticamente por Marcelo Gallardo llegó a este partido con la necesidad de hacerse con los tres puntos para seguir escalando posiciones en la Copa de la Liga Profesional. Y lo hizo tras haber ofrecido un auténtico espectáculo en la fecha pasada, momento en el que vapuleó a Godoy Cruz, como visitante, por 6-1.

Por su parte, Racing llegó de menor a mayor. La Academia de Juan Antonio Pizzi no comenzó nada bien su andar en el certamen y para colmo sufrió la mencionada paliza ante River, pero, posteriormente, hilvanó una serie de buenos resultados que le permitieron ilusionarse con la próxima instancia de la Copa de la Liga Profesional de Argentina.

De todas maneras, pese a las expectativas generadas en la previa, lo cierto es que el primer tiempo dejó mucho que desear. River tomó la iniciativa y Racing se dedicó a replegarse, esperar e intentar salir de contra. En medio de ese panorama, ninguno de los dos pudo lastimar y el descanso llegó con un empate 0-0 sin grandes luces.

Posteriormente, en la etapa complementaria, River intensificó esfuerzos buscando la apertura del marcador ante un Racing que siguió completamente resguardado. En ese contexto, a los 13 minutos del mencionado período final, los de Pizzi se quedaron con un hombre menos debido a la expulsión de Juan José Cáceres por doble amarilla.

Igualmente, a pesar de jugar gran parte del segundo tiempo con un hombre más, lo cierto es que River no tuvo los argumentos suficientes como para lastimar y terminar quedándose con los tres puntos. Como consecuencia de ello, el partido culminó con una pálida paridad sin anotaciones que no le sirve en lo más mínimo al local.