Este sábado, en los primeros minutos del Superclásico, Wanchope Ábila marcó el 1-0 para adelantar a Boca en la Bombonera.

Sin embargo, antes del entretiempo, el delantero sufrió una molestia física y parecía que iba a dejar la cancha.

Siguió y recién se marchó en el segundo tiempo, después de una jugada en la que el Xeneize pudo haber marcado el 2-0.

Justamente, allí Mauro Zárate le dijo de todo y automáticamente Miguel Ángel Russo los sacó de la cancha.

Y sí, imaginen lo que se dijeron cuando ambos se sentaron en el banco de suplentes y a un metro de distancia.

El disparador de mil meses.