Fue insólito lo que hizo Franck Ribery tras finalizado el partido contra la Lazio. Los locales habían perdido 2 a 1 y el francés fue directamente a agredir a un juez de línea.

Enojado por decisiones que tomaron los arbitros durante el encuentro, el ex-Bayern Munich empujó por la espalda a un asistente.

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Los incidentes no fueron solo esos, antes el jugador se había retirado muy enojado con su entrenador cuando decidió sacarlo.

Después de unos días de incertidumbre, hoy se conoció la sanción que le corresponderá al delantero por su ataque: estará 3 partidos suspendidos por su acción.

Se esperaba una sanción mucho más grave por la agresión, se hablaba de que no iba a poder jugar hasta el año que viene. La federación italiana de fútbol decidió ser leve pero advirtiendo al jugador de una accionar peor si se volvía a repetir.