Este domingo, el imponente Parque de los Príncipes de la capital francesa fue el escenario de una nueva edición del clásico más picante de todos entre Paris Saint-Germain y Olympique de Marsella.

En dicho reducto, un golpeado equipo comandado por Thomas Tuchel se presentó como anfitrión de los oriundos de Marsella, que venían de festejar la caída de su rival en la Champions League.

Con todos estos condimentos contemplados, se esperaba un partido realmente picante. Sin embargo, absolutamente nadie imaginaba algo como lo que terminó teniendo lugar.

Es que, desde el primer minuto, los jugadores de ambos equipos protagonizaron peleas repetidas, agresiones de todo tipo y patadas que podrían haber derivado en lesiones severas.

Pero lo peor llegó en la recta final del encuentro, cuando el visitante ya se imponía por la mínima diferencia. Sin ir más lejos, cinco jugadores vieron la tarjeta roja en la misma jugada.

Como consecuencia de una dura pelea generalizada, Layvin Kurzawa, Leandro Paredes y Neymar fueron expulsados en el local, mientras que Jordan Amavi y Darío Benedetto lo hicieron en la visita.