Este sábado, en unaDickies Arena deFort Worthdonde se siente como en casa, Vergil Ortiz improvisó su inmaculado récord profesional a 19 victorias, sin empates ni derrotas, consumadas todas ellas por la vía del nocaut; para terminar pidiendo la oportunidad de pelear por un título mundial en su próxima presentación.

Michael McKinson, quien también llegaba invicto al cara a cara, no se lo puso sencillo. En primer lugar porque producto de un choque involuntario de cabezas lo devolvió con un corte en el párpado a la esquina ya desde el final del primer asalto. En segundo lugar porque con su estilo movedizo y poco ortodoxo, haciendo desprolijas las acciones por momento, logró permanecer en el cuadrilátero más que ningún otro boxeador con el bueno de Vergil.

Con una tenacidad y una calma que llaman la atención para sus 24 años, Ortiz fue demoliéndolo poco a poco, trabajándolo siempre con golpes al cuerpo para ir reduciendo el buen trabajo de piernas con que había iniciado la pelea su oponente. Lo mandó por primera vez a la lona en el final del octavo asalto. Y lo liquidó en el inicio del noveno, con un nuevo derribo después del cual la esquina del británico tiró la toalla.

Finalizado el combate, Chris Mannix, de DAZN, preguntó a Vergil Ortiz si se sentía listo para ir en busca de una pelea de campeonato mundial en la división de peso wélter. “¡Sí, señor!, contestó sin vacilar y frente a uno de los campeones, Terence Crawford, observándolo desde las gradas.

La megapelea que pone en espera a Vergil Ortiz

Habiendo solo dos campeones mundiales en la división de peso wélter que aparentemente están negociando ya una pelea por el título mundial indiscutible, para Vergil Ortiz no será fácil ganarse el tiro que desea. Terence Crawford, monarca de la OMB; y Errol Spence, dueño de los cinturones del CMB, la AMB y la FIB planean enfrentarse antes de fin de año, por lo que el américomexicano debería esperar al menos por el ganador de esa pelea. Mientras tanto, tiene opciones de enfrentar a Jaron Ennis o Conor Benn, otros que están dando que hablar en las 147 libras.