Carlos Hermosillo es sin dudas una de las máximas figuras en la historia del Cruz Azul. Sin embargo, no muchos conocen los motivos de su llegada a La Máquina, los cuales se remontan a un fallido paso por el Standard Lieja de Bélgica, y un regreso al país para ser prestado desde el América hacia Rayados de Monterrey.

El ex delantero recaló en La Pandilla pero terminaría viviendo una etapa digna de olvidar, donde a pesar de ser subcampeón de goleo con 22 tantos, el equipo regio decidió no adquirirlo de forma definitiva para abrirle las puertas al Azul. ¿El trasfondo de todo? Problemas extracancha y enfrentamientos con la directiva encabezada en ese entonces por Fernando Arredondo, quien le prometió dejarle el automóvil que le prestaban si superaba las 15 dianas, pero finalmente terminó por¡quitárselo de su propia casa! a pesar de cumplir con la cuota goleadora, y robándole algunas pertenencias según su testimonio.

“Cuando yo llego allá, les pido donde vivir, les pido un coche; Arredondo y yo quedamos que si yo pasaba de 15 goles, el coche se me quedaba; cuando termina la temporada y yo tengo que viajar a la Ciudad de México porque aún no decidíamos que sucedía, Juan René (Vega, exdirectivo) entravilmente como rateros a mi casa, se llevaron mi coche, se llevaron mi música, se llevaron todo lo que traía en mi coche… es de gente que no tiene palabra, de gente que se le olvida lo que es ser decente”, contó Hermosillo a Mediotiempo.

“No podía hacer una demanda porque todo fue de palabra, a mí me enseñaron que la palabra es como firmar un contrato, pero no toda la gente lo cumple… claro que hablé con ellos, pero se hicieron los desentendidos”, recordó el ídolo Cementero.

Su pase a Cruz Azul, equipo al que seguía desde niño y donde terminaría convirtiéndose en ídolo indiscutido, no lograría tapar el dolor y la bronca por dejar al CF Monterrey de esa manera, puesto que también se había mentalizado en dibujar un gran pasoporel norte.

Me dolió muchísimo porque ese no es un motivo, un motivo es que no rindas bien, era una ciudad donde yo era feliz, pensé que podía hacer mi carrera ahí y no lo pude hacer por un capricho… Tuve un crecimiento futbolístico, un antes y después, jugué más con el balón, un jugador más hecho, termino de subcampeón de goleo, no termino de campeón porque Pablo Luna me fractura y duro un mes fuera, me consolido como jugador, doy ese brinco para poder llegar a La Máquina”.

¿Por qué la directiva le jugó de esa manera?

“Hicimos una temporada extraordinaria, al último a todo mundo le metíamos de a cuatro, terminamos en primer lugar general, pero en un tema de no arreglar unas primas, de un tema con Arredondo; genera un choque entre técnico y jugadores, nosotros disque dejamos de entrenar un día, cosa que no hicimos; Pedro García (el DT) se molesta y al final vamos a jugar a Puebla, se genera un ambiente que no era nada grato para un partido de Liguilla, en vez de una plática de futbol tuvimos una plática retadora a golpes que no entendíamos nadie, salimos muy acelerados, a mí me expulsaron y Puebla nos elimina, siendo favoritos, goleadores, un Monterrey que le fuimos a ganar a los grandes al Estadio Azteca”.

“La gente no quería que me fuera de Monterrey, la gente me paraba en todos lados, sé que ponían dinero, pero el desgaste por ser líder y querer arreglar las cosas de un equipo, piensan que eres grillo, luego en esa época Lankenau quería escogerte las amistades y las amistades tú las escoges, él estaba muy molesto porque me juntaba con el Charro Barragán (descubridor de Jesús Arellano) y eso nos costó la salida junto con lo que pasó en Cuartos de Final, no ejercieron la opción de pase, eso me dio la oportunidad de llegar a Cruz Azul”, añadió.