James Rodríguez se quedó con la página de todos los periódicos vespertinos: este martes, luego de varias semanas de trascendidos, se ha confirmado que la estrella colombiana no continuará en el Club León en 2026. Así, el “10” pondrá fin a una etapa que habrá durado tan solo un año, repitiendo el patrón de lo poco que ha permanecido en sus últimos equipos.

De acuerdo a la información, revelada por el periodista especialista en mercado de pases César Luis Merlo, la decisión no fue del jugador sino de la directiva, que tomó la determinación de no extender el contrato que vence en diciembre. Si bien contaba con una cláusula para renovar el vínculo por un año más, la institución optó por no activarla y dejar ir a su capitán.

Ahora bien, ante este escenario esperado por muchos pero ya públicamente ratificado, el futbolista comenzó a definir su futuro. Hay una certeza: pretendientes le sobrarán, incluso con muchos de ellos ya habiéndose contactado con el entorno del enganche para comenzar a preguntar condiciones. Y James Rodríguez las tiene y se las ha manifestado a todos los interesados.

Según reportó Marcelo Bee Sellares, reconocido abogado especialista en deportes y con fuentes cercanas al futbolista, el colombiano presentó dos exigencias a los que quieren contar con sus servicios: uno tiene que ver con el factor económico y otro con el factor deportivo, ambos muy importantes para el talentoso volante, a la hora de escoger el próximo destino de su carrera profesional.

León se desprenderá de James Rodríguez, que busca club [Foto: Getty]

En este sentido, la primera condición sería mantener su salario de ¡600 mil dólares mensuales!, una cifra que el León ya no podía pagar al no poder costearlo con sus ingresos habituales (tenían pensado hacerlo con el dinero del Mundial de Clubes, del que finalmente no pudieron participar). Se trata de una suma que sólo un selecto grupo de clubes en Latinoamérica tienen los recursos para afrontar.

Por otra parte, el segundo requisito esperado por James Rodríguez sería que le garanticen titularidad y muchos minutos durante los primeros seis meses. El objetivo a corto plazo para el diez es llegar con continuidad y en óptimas condiciones físicas al Mundial 2026, que se jugará a mediados del año próximo y seguramente sea su último con la Selección Colombiana. Para ello, necesita jugar.

De este modo, el astro sudamericano se marchará a fin de año con el pase en su poder, y tendrá la potestad de negociar como jugador libre con cualquier equipo. A favor de los pretendientes, no tendrían que pagar ningún monto por traspaso, solamente su (alto) salario, para poder cumplir las expectativas de una estrella como James y poder sumarlo a su proyecto de cara al 2026. ¿Quién se quedará con el crack de Colombia?