Los Rayados de Monterrey deben pasar página luego de la bochornosa tempranera eliminación en Leagues Cup ante equipos menos poderosos como Austin y Pumas, y las autoridades buscarán ver lo positivo y tomarlo como una ‘advertencia’ para enderezar el camino e ir a fondo por el título de Liga MX.
Con ese objetivo en la mira a mediano plazo, los altos mandos de la institución habrían tomado la decisión de sumar un fichaje más a una plantilla que de por sí es una de las más fuertes del país pero que le falta un jugador determinante que le de un salto más de calidad al primer equipo.
De acuerdo al reporte del noticiero ‘Telediario’ y Nación Fútbol, Rayados podría volver a la carga por un antiguo anhelo por quien han platicado en ocasiones anteriores, pero esta vez podrían ir con más fuerza producto del poderío económico que ha construido el club con los años.
Es el caso de Roberto Alvarado, extremo derecho de las Chivas de Guadalajara, que siente que ha cumplido un ciclo en la institución y ve con buenos ojos un cambio de aire, considerando también su apremiante situación contractual (su vínculo vence en 2025 y no ha sido renovado).
Ante la dificultad de cerrar la contratación de Orbelín Pineda por los obstáculos puestos por AEK Atenas, según la información esa negociación quedaría de lado y Monterrey avanzaría por el ‘Piojo’ como alternativa más fuerte para reforzar la ofensiva de cara lo que resta del Apertura 2024.
El Piojo Alvarado, a sus 25 años, viene de ser uno de los futbolistas más desequilibrantes del pasado Torneo Clausura, con 5 goles y 6 asistencias en 21 presentaciones , aunque en el comienzo del Apertura se opacó al igual que el resto del equipo de las Chivas, de irregular inicio.
Si bien el valor de mercado de Roberto Alvarado actualmente se encuentra en 7 millones de euros según Transfermarkt, el hecho de que le quede un año de contrato en Chivas le permitiría a Rayados negociarlo por menos dinero y aumenta las posibilidades de fichaje. La presión de la afición albiazul por mejores resultados, además, obliga a Monterrey a acelerar por decisiones drásticas, prontas y notorias.
