Nadie quería que suceda, pero el final llega para todos y el momento de decir adiós para Rafa Nadal fue inevitable. El jueves 10 de octubre de 2024 será recordado como el día en el que el español anunció su retiro del tenis profesional a sus 38 años. Ahora bien, para empezar a sanar la herida de una ausencia que dolerá y mucho, es necesario entender las causas que llevaron a uno de los mejores de la historia a terminar con el camino que transitó a nivel profesional.
Todavía falta una última presentación de la leyenda, la cual será entre el 19 y 24 de noviembre en el marco de la fase final de la Copa Davis. Después de eso, todo el mundo del tenis y del deporte en general se pondrá de pie para despedir a uno de los máximos ídolos de todos los tiempos, que ha visto como el paso del tiempo no perdona nadie.
En esto último está la clave. Es una realidad que las carreras de los atletas tienen más longevidad producto de los avances que existen en todos los ámbitos que rodean a un profesional, pero hay algo que nunca para y eso es el reloj. Los minutos, las horas, los años siguen su rumbo y para Rafa ya son 38 y específicamente 23 dentro del circuito (sí, debutó con 15 años). Por esta razón, aunque los éxitos son incontables, el cuerpo fue exigido al máximo durante más de dos décadas y en un momento no pudo más.
La lesión que llevó a Rafael Nadal al retiro del tenis profesional
La peor parte del camino para Rafa comenzó en 2023, cuando una lesión en el psoas, mientras competía en el Australian Open, lo obligó a detener por completo su gira y centrarse en su físico. Fue operado por esa razón y a partir de allí todo fue complicado. La expectativa era que el mallorquín esté fuera de las canchas por cinco meses, pero los tiempos se extendieron y, aunque tuvo un regreso oficial en el primer torneo del año en Brisbane en enero, no volvió a jugar hasta abril en Barcelona.
En este contexto, las molestias físicas constantes más la edad que fue determinante para darlo por satisfecho después de una carrera llena de éxitos, Nadal entendió que era el momento justo para retirase. En su estadía en el tenis, acumuló 92 títulos ATP, con 22 Grand Slam, de los cuales 14 los obtuvo en su casa, Roland Garros.
En el medio se perdió el Australian Open, pero todo fue para realizar los esfuerzos necesarios que le permitan estar presente en la gira de polvo de ladrillo, su superficie predilecta. La intención de Rafa era competir, probarse y ver si verdaderamente le quedaba algo para volver a brillar como lo supo hacer durante tanto tiempo, pero se quedó a las puertas.
Una luz de ilusión apareció cuando el español llegó a la final de ATP 250 de Bastad a mediados de julio y perdió la final con el portugués Nuno Borges (32°). Lo que siguió para Nadal fue competir en los Juegos Olímpicos de París, donde perdió en segunda ronda ante Novak Djokovic (4°) y donde llegó hasta cuartos de final en dobles junto con Carlos Alcaraz (2°).
Ahora, lo que queda es ver si estará presente en la Six Kings Slam, un torneo de exhibición que se llevará adelante en Arabia Saudita desde el 16 de octubre. Por último, su despedida como profesional será en la fase final de la Copa Davis, donde en primera medida se verá las caras con Países Bajos en cuartos de final.