La novena jornada del Clausura 2022 tuvo un hecho lamentable y que dará la vuelta a todo el mundo. Cuando apenas iniciaba el segundo tiempo, el encuentro entre Querétaro y Atlas fue suspendido por una batalla entre los aficionados de ambos equipos. El público ingresó al campo de juego y todo se vio desbordado, en un hecho inadmisible para el futbol mexicano.

A pesar de que este tipo de hechos no ocurren con demasiada frecuencia, no es la primera vez que la violencia gana terreno en medio de un partido de la Liga MX. De hecho, hay otros antecedentes para lamentar, señal de que hay mucho por mejorar en términos de comportamiento y seguridad para prevenir incidentes de tamaña gravedad.

 

Atlético San Luis – Tigres (2021)

En septiembre del año pasado, el triunfo del equipo dirigido por Miguel Herrera pasó a segundo plano debido a los incidentes sucedidos en el estacionamiento del estadio. Tigres ganó por 3-0 y en las afueras se vivieron ciertas provocaciones que pasaron a mayores, a tal punto de desbordar al personal policial y de seguridad.

Atlético San Luis – Querétaro (2019)

Sobre el cierre de aquel encuentro, los Gallos se imponían sobre Atlético San Luis, pero el Estadio Alfonso Lastras Ramírez se vio desbordado cuando ambas aficiones comenzaron a agredirse. Botellas de vidrio y piedras de distinto tamaño, volaron de tribuna a tribuna. En aquel entonces, también los hinchas ingresaron al campo de juego para resguardarse de las agresiones. El encuentro, por supuesto, fue suspendido.

Rayados – Tigres (2018)

También una de las grandes rivalidades del futbol mexicano tuvo un hecho lamentable y que terminó de la peor manera. En la previa al encuentro, camino al estadio, la afición local persiguió y atacó a hinchas de Tigres. Uno de ellos fue internado de gravedad producto de las heridas que sufrió.