Una vez más,el director técnico mexicano Javier Aguirre ha comenzado una temporada de mucho esfuerzo en la primera división del futbol español, la primera desde el inicio con el Mallorca equipo al que llegó ya comenzada la campaña con la misión de salvarlo del descenso, que al final supo cumplir.

En esta temporada 2022-23 de la primera división española, Javier Aguirre y el Mallorca han afrontado ya cuatro partidos y su balance es de una victoria, dos empates y una derrota; en su juego más reciente cedió el empate como local 1-1 ante el Girona del director técnico español Michel Sánchez.

El Mallorca parecía encaminarse a la victoria con un gol del defensa español Antonio Raíllo al minuto 87, pero el Girona rescató el empate al minuto 90+2 con gol del mediocampisa español Samu Saiz. Tras ceder el 1-1 en tiempo de compensación, Javier Aguirre declaró en la conferencia de prensa que se quedó “con esta cara de gilipollas, así se queda un entrenador. No hay mucho que explicar, evidentemente coincido con mi colega Michel, al que le auguro futuro como míster, un partido igualado en números, nos encontramos con un gol de estrategia, pensábamos que estaban los tres puntos en casa y volaron". 

Si bien al Mallorca se le escaparon dos puntos, Javier Aguirre resaltó de su plantel "la actitud, somos un equipo humilde que no negociamos el esfuerzo. Nos faltan cosas. Los dos fichajes, por ejemplo. No pudimos contar con ellos por temas burocráticos. Estamos en la lucha y cada partido cuesta un mundo ganarlo. Ojalá no pase lo del año pasado y espero que seamos capaces de solventar la situación mucho antes".

Asimismo, Javier Aguirre aprovechó el encuentro con la prensa para hablar de que no es conveniente jugar a las 14:00 horas: "El hecho de jugar a las dos de la tarde, el árbitro estaba fundido como yo, como los jugadores, realmente es, no diría criminal porque no está bien aplicada esa palabra pero sí va en detrimento del espectáculo, las métricas son pobres comparando con un partido de 9 o 10 de la noche. Es de ambos equipos el cansancio, no sólo nuestro, el árbitro, pobrecito, estaba empapado, había temperatura de 31 o 32 grados, una sensación térmica de 34 o 35, realmente habría que pensarlo".