"Estuve bastante decepcionado en su juego. Pienso que de vez en cuando, regresa a algunas técnicas que no son muy buenas. Y fue superado. Probablemente tuvo al tipo más fácil de bloquear e hizo un trabajo pobre. Fue uno de sus peores juegos, y espero que se recupere esta semana, sí". La frase, dura, es de Bruce Arians, entrenador de Tampa Bay Buccaneers. ¿Sobre quién se refería? Tom Brady.
Arians lanzó esa devastadora frase sobre el quarterback de 43 años, justo después del partido frente a New Orleans Saints en conferencia de prensa. Claro está, no se parece en nada a lo que diría un entrenador si quiere recuperar y animar mentalmente a uno de sus dirigidos. Para colmo, el destinatario es el que es considerado el mejor jugador de la historia de la NFL.
A tres días del partido en New Orleans, Arians volvió a ser consultado sobre sus dichos y cómo es la relación con Brady, a lo que respondió: "Tom y yo estamos bien. Así que realmente no me importa lo que piensen los demás. Es lo que él y yo pensamos. Salimos bien del estadio, hoy nos presentamos bien. Así que no hay nada de qué hablar", reveló en diálogo con Pro Football Talk.
Si bien es entendible la decepción del entrenador debido a que Tom lanzó dos intercepciones que, realmente, no es algo digno de él, el headcoach de un equipo de NFL o cualquier deporte puede ponerse en contra de cualquier persona, menos de sus jugadores. Evidentemente, este recién es el primer capítulo de una larga temporada entre el mariscal del campo y Arians.
Tom Brady tendrá revancha rápidamente: el próximo domingo, Tampa Bay Buccaneers recibirá en el Raymond James Stadium a Carolina Panthers, que viene de caer ante Las Vegas Raiders 34-30. El experimentado QB podrá redimirse y mostrar que se equivocan a quienes no confían en él.
