El seleccionado bicampeón de América derrotó por penales a Portugal con una actuación consagratoria de Claudio Bravo, que tapó todo lo que le tiraron.
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El campeón de Europa y el último bicampeón de América amagaron con protagonizar un encuentro que no daría respiro, mostrándose ambiciosos desde el inicio del partido y generando claras oportunidades de gol antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de juego.
Chile fue el primero en avisar, con una gran conducción y asistencia de Alexis Sánchez para Vargas, que no pudo hacer que su remate esquive la figura de Rui Patricio. Pero la respuesta de Portugal fue inmediata y Cristiano Ronaldo encontró a André Silva ingresando por el segundo palo, pero el disparo del flamante refuerzo del Milan fue desactivado por Bravo.
El ritmo del partido comenzó a caer, pero con el bicampeón de América manteniendo una propuesta más ofensiva. Los minutos fueron consumiéndose hasta la llegada del alargue, donde las emociones volvieron a aflorar.
Chile tuvo en el último minuto la oportunidad de sellar el pase a la final, pero el remate de Vidal, primero, y de Martín Rodríguez, después, fue devuelto por el poste. La sentencia: habría que definir desde los doce pasos.
Allí se agigantó Claudio Bravo, que tapó los tres penales de Portugal, de Quaresma, de Moutinho y de Nani, para que todo Chile, de máxima efectividad, pudiera celebrar el pase a la final de la Copa de las Confederaciones.