En su perfil de Linkedin puede leerse Head Coach Pumas 7s, desde julio de 2013 a la actualidad. Antes, CEO de la Asociación Fondo Puma, una ONG que pretende asesorar y dar contención en diversas áreas a los jugadores de los seleccionados nacionales de rugby, febrero de 2008 a julio de 2010. Y más atrás en el tiempo, jugador de rugby en Los Pumas 7s, desde agosto de 2000 a julio de 2010. En ese período, el equipo argentino de seven ganó el Circuito Mundial en Los Ángeles 2004 y San Diego 2009 dejando en segundo lugar nada menos que a Nueva Zelanda e Inglaterra. En ambos casos, Gómez Cora se dio el lujo de compartir la cancha con su hermano Pablo. “Las dos etapas que ganamos las compartí con mi hermano, Pablo. Élfue un gran artífice de mi carrera porque yo en un momento había dejado y me impulsó a seguir. Jugar con tu hermano mayor te hace sentir una protección extra. La verdad es que fue siempre un gran compañero”, detalló en una nota con el sitio rugby.com.ar.

Santiago Gómez Cora, hombre del rugby que se formó en Lomas Athletic. Conocedor de toda su historia, hoy a cargo del seleccionado nacional que logró la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Hace tres días que no duermo, no lograba disfrutar. Me siento un bendecido, poder cumplir sueños no es fácil, hacer lo que uno ama, tampoco. Yo hice las dos cosas en el mismo momento. Se lo dedico a mi viejo, a mi familia fue un año de mierda”, contó.

Gómez Cora, en acción (Getty Images)

Su vida está vinculada al deporte de la ovalada casi desde que tiene uso de razón. Nació el 25 de julio de 1978, en Buenos Aires. Capitán y referente de los Pumas 7s cuando el deporte aún estaba en plena expansión, se convirtió en la cara más importante de la historia del rugby argentino en la modalidad de seven.

La leyenda, como varios le dicen al ex wing, como jugador está en el top 3 de los trymen históricos del Circuito Mundial, con 230 conquistas en 214 partidos. Su récord fue superado en 2017 y hoy está cuarto detrás del inglés Dan Norton (354), el keniata Collins Injera (279) y el neozelandés Tim Mikkelson (239).

El Coyote, otro de sus apodos, disputó la RWC 2005 en Hong Kong. Allí logró tres tries hasta que Los Pumas 7’s fueron eliminados en cuartos de final por Fiji. Cuatro años más tarde, fue clave en el seleccionado que alcanzó en Emiratos Árabes Unidos la final, que quedó en manos de Gales. Se retiró en 2010 para asumir como entrenador de los Pumas 7’s.

En 2018, su equipo fue 5º en el Mundial de la especialidad. Un éxito que se basó –tal el potencial de este grupo– en el juego de equipo antes que en el peso de alguna figura en particular. Y, antes, en los Juegos Olímpicos de Río 2016, su equipo quedó sexto (Fiji, oro; Gran Gretaña, plata; y Sudáfrica, bronce) en el regreso del rugby a la cita deportiva después de 92 años. Su última aparición en la gran cita del deporte mundial había sido en París 1924 (Estados Unidos fue oro; Francia, plata; y Rumania, bronce).

En 2019 su equipo logró la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. “Este es mi logro más importante como entrenador”, dijo lleno de orgullo. Ese triunfo fue una revancha ante Canadá, el verdugo de las definiciones en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.

En una reciente nota con Rugby Champagne contó: “Lo más sagrado que tenemos son los clubes, la Unión hace un gran esfuerzo para apoyar su trabajo. Antes agarraban a los chicos con 18 o 19 años, hoy a los 16 ya están en las academias”. Y marcó una comparación con su época de jugador: “Es una etapa que recuerdo bien y era totalmente distinto, hoy el juego es mucho más físico.El juego en estos 20 años cambió un montón. A mi me divertía mucho más el otro y yo no podría jugar en éste por la cantidad de cosas que hay que hacer. Siempre digo que ahora hay que tratar de tener un jugador similar a una reina del ajedrez, capaz de hacer todos los movimientos. Si tengo que elegir un sucesor mío, por velocidad sería Marcos Moneta que tiene una marcha más que el resto, pero por definición sería Franco Sábato”.

Respira rugby el hombre distinguido por la Rugby World Cup Sevens como uno de los siete jugadores que brillaron en la RWC Sevens. Lo hizo antes cuando corría a toda prisa. Lo hace hoy del otro lado de la línea de cal. Lo suyo va más allá del mero puesto de entrenador. Su deseo furtivo es potenciar una modalidad del rugby que acá, en la Argentina y durante mucho tiempo, fue mirada con cierto desdén, como algo menor. Y Gómez Cora se encargóde imponer una forma de trabajo plagada de esfuerzo y resultados, de talento y corazón. Como en sus tiempos de jugador.