No ha pasado una semana desde que se supo que el club Alagoano prefería despedir a Pablo Armero por andar de fiesta. Hinchas del propio club lo vieron a él y otros dos futbolistas “pasados de tragos”.
Tras conocerse eso, el club decidió rescindir el contraro con el defensor por lo ocurrido. Sin embargo, no fue mucho lo que duró el lateral sin equipo. Días después, arregló contrato con Guaraní en Brasil, equipo de la segunda división del fútbol brasileño.
El club le organizó una rueda de prensa para su presentación oficial, firmó contrato y se puso de una vez la camiseta verde del equipo. Además, dijo que su objetivo es ayudar a Guaraní a conseguir el ascenso para el año que viene.
Una vez terminado este acto, el jugador se integró de inmediato a los entrenamientos con el equipo. Pablo Armero jugará por primera vez en su carrera en la segunda división del fútbol brasileño.