En el regreso de Boca a La Bombonera después de lo que fue el triunfo en el Superclásico frente a River, además de que en el medio se disputaron las Eliminatorias CONMEBOL y también el sorteo del Mundial de Qatar, los dirigidos por Sebastián Battaglia se enfrentaron a Arsenal de Sarandí por la fecha 8 de la Copa LPF.

Los de La Ribera guardaron a varias figuras para el debut en la Libertadores, donde este martes visitarán a Deportivo Cali, mientras que el elenco comandado por Leonardo Madelón fue ‘de punto’ a un estadio que estaba a la espera de una fiesta por el 117 aniversario de la institución boquense.

A pesar de que en la primera parte el juego se mostró muy trabado, las opciones de gol no faltaron. Y cuando el reloj alcanzaba los 34 minutos, Luis Vázquez volvió a demostrar que no le pesa para nada la azul y oro, y con un golazo sentenció la apertura del marcador. Pero en el complemento llegaría lo mejor: tres goles más y la polémica de la fecha, donde el VAR tuvo una gran injerencia.

Cuando tan solo transcurrían 15 minutos, Sebastián Lomónaco consiguió la igualdad para los del Viaducto y, quince más tarde, el arbitraje se llevó todos los flashes. Desde el VAR le notificaron a Leandro Rey Hilfer que debía sancionar penal de Lucas Suárez a Marcos Rojo por un pequeño agarrón, cuando ambos forcejeaban. Y fue el ex Manchester United quien cambió la decisión arbitral por gol.

Después del gol de Rojo, Arsenal sacó del medio y consiguió la tan ansiada igualdad para que La Bombonera quedara atónita. El paraguayo Cristian Colmán sentenció el segundo tanto de los comandados por Madelón, luego de una flojísima salida de Agustín Rossi, quien quedó a mitad de camino luego del centro de Lomónaco.

A partir del empate, Boca comparte el liderato de la Zona B junto a Estudiantes de La Plata, ya que ambos mantienen 15 unidades, aunque pueden ser alcanzados por Tigre, que tiene un partido menos. Para los de Sarandí, la igualdad fue como agua en el desierto, tras visitar un terreno muy complicado y por la supremacía individual que tenían los de Battaglia.