Después de un día de furia durante el jueves, Eduardo Salvio se presentó a entrenar con el plantel profesional de Boca en el predio de Ezeiza. La jornada de ayer finalizó con la declaración del futbolista ante la Justicia y ahora se espera por conocer cuáles serán los próximos pasos del procedimiento legal. Mientras tanto, él seguirá enfocado en su trabajo.
Trascendió que el club respetará los procesos y mantendrá al extremo en su puesto laboral hasta que haya una decisión oficial con respecto a su situación judicial. Magalí Aravena, esposa del “Toto”, lo denunció tras el hecho ocurrido en la madrugada del jueves en Puerto Madero: señala que fue atropellada por el jugador.
Mientras tanto, un detalle llamó la atención en el arribo de Salvio a la práctica de este viernes. Si bien fue lógico, sorprendió ver al futbolista llegar acompañado por una persona cercana a él y en el asiento del acompañante: por 30 días no podrá manejar su auto, que quedó a disposición de la Justicia para las pericias.
Salvio fue uno de los primeros en llegar al predio y no lo hizo por la puerta principal, como el resto de los futbolistas. Esta vez, para ocultarse de la gran mayoría de las cámaras de televisión, el extremo optó por un portón de servicio que está ubicado a 600 metros de la entrada, prácticamente donde finalizan las instalaciones de Boca.