La política de Boca ingresó en instancias claves de cara a las elecciones del próximo 2 de diciembre. En tan solo 48 horas será el cierre de listas, para el cual ya se sabe que Mauricio Macri irá como vicepresidente de Andrés Ibarra en lo que, muy posiblemente, puede llegar a ser la única alternativa que presentaría la oposición (Jorge Real decidió bajarse y Diego Lajst, quien lo iba a acompañar, se unirá al espacio impulsado por el macrismo).
Con este escenario, Juan Román Riquelme evalúa parar con las especulaciones para poner todas las cartas sobre la mesa. Es decir, lanzarse directamente como candidato a presidente y desestimar la chance que estuvo circulando el último tiempo de ir como segundo de la fórmula que estaban ideando con Ricardo Rosica -actual secretario general- a la cabeza, pese a su excesivo perfil bajo.
Todo este clima, claramente, lo agitó la derrota de Boca en la Final de la Copa Libertadores 2023 contra el Fluminense en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. Si el resultado hubiese sido otro, las elecciones hubieran tenido un sentido meramente formal para, simplemente, cumplir con las exigencias del estatuto, con un vencedor cantado (que simplemente tenía que ver cómo repartir los cargos para el período de cuatro años que se avecina) y con un fin de año en el que la atención iba a estar puesta en el Mundial de Clubes de la FIFA de Arabia Saudita 2023.
Pero la caída del equipo dirigido entonces por Jorge Almirón frente a los comandados por Fernando Diniz provocó que la oposición se empezara a frotar las manos porque, aunque lo nieguen por lo bajo, era, evidentemente, el golpe que necesitaban para verse con chances de recuperar las riendas del club xeneize, las cuales tomaron durante casi 25 años desde 1995 a 2019.
En síntesis, las elecciones que se aproximan tendrán cara a cara a Mauricio Macri y a Juan Román Riquelme (como presidente o vice), en lo que sería el capítulo más esperado de una saga que los muestra enfrentados desde hace, por lo menos, 22 años, período en el que hubo acusaciones de todo tipo (una muy grave que tuvo que ver con un episodio que vivió Cristian Riquelme en abril del 2002) y en la que hasta intervino y se vio salpicada la política nacional.
La oposición del gobierno de Boca que impulsa Mauricio Macri espera otros dos puntos que pueden ser claves para llegar aún más fortalecidos a las elecciones
Las elecciones en Boca será el dos de diciembre. Es decir, faltan apenas 20 días. Y en esas tan solo tres semanas se definirán dos cuestiones que, sin lugar a dudas, tendrán su impacto en las votación del club xeneize. Una, tiene que ver con lo deportivo. Si el equipo principal ahora dirigido por Mariano Herrón no gana la Copa Argentina, Boca se quedará sin Copa Libertadores en el 2024 (es posible que deba conformarse con la Copa Sudamericana en la que todavía no tiene su lugar asegurado). Y la otra, es el resultado del balotaje para la presidencia nacional del próximo 19 de diciembre. Si Javier Milei vence a Sergio Massa, el macrismo llegará naturalmente con mayor solidez y respaldo.
¿Cuántos socios están habilitados para votar en las elecciones en Boca?
Boca aumentó considerablemente el padrón en los últimos cuatro años. En 2019 estaban habilitado 84 mil socios y para este 2023 son 98 mil. De todas manera cabe aclarar que en la votación que ganó el binomio Jorge Ameal – Mario Pergolini participaron 38300 socios, siendo este número récord en cantidad de votos en el fútbol argentino.
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